La difícil defensa de Dubrovnik
El Ejército bombardea por tierra y por mar este estrecho puerto
Las fuerzas croatas, atrincheradas en algunos puntos estratégicos de Dubrovnik, trataban ayer de hacer lo imposible por defender esta bella ciudad, pero su peculiar situación -se extiende a lo largo de de una, estrecha franja de cinco kilómetros, entre la costa adriática y las montañas hace muy difícil la defensa. El ejército federal controla la única carretera de acceso a Dubrovnik y, a pesar de la firma del cese el fuego, lanza ataques diarios contra la ciudad tanto por tierra como por mar.
Las detonaciones suelen empezar al oscurecer, cuando la más bella ciudad yugoslava se sume en la oscuridad absoluta debido a la ausencia de la luz eléctrica. Ayer, los ataques aislados duraron todo el día.Las tropas federales están desplegadas en las cimas de las colinas que dominan la ciudad medieval, a menos de 500 metros de distancia del mar, y desde ahí observan los movimientos de la resistencia croata.
Los proyectiles alcanzan invariablemente objetivos civiles. El hotel Tirena, donde se alojan más de 800 refugiados, ha recibido múltiples impactos de granadas. La mayoría de estos refugiados son habitantes de KonavIe, región controlada ahora por el Ejército después de haber sido destruida e incendiada.
Los huéspedes, todos ellos refugiados, de otros muchos hoteles de la ciudad se ven obligados a cambiar a diario de albergue, conforme a los movimientos militares y a los ataques.
Debajo de Revelin, la torre del siglo XIV que domina las murallas de Dubrovnik y "el refugio más seguro", tratan de protegerse centenares de personas que viven como topos bajo tierra. Revelin fue escenario de conciertos durante el Festival de Verano de Dubrovnik. Sus sótanos, recién reconstruidos para ser camerinos, se llenaron de tumbonas que sirven de camas. "Mucha gente tiene problemas psicológicos", dice Luka, topógrafo que participó en la reconstrucción y ahora atiende "a los ratones humanos". Una madre con un bebé de dos meses se niega a abandonar la fortaleza después de haber sobrevivido varias lluvias de granadas en su casa.
Protesta de la CE
Los disparos continuos impidieron la reparación del sistema de suministro de agua acordado entre las autoridades de Dubrovnik y los representantes del Ejército federal. Cuando un equipo intentó acercarse a Komolac para comenzar la reparación, acompañados por observadores de la CE, los francotiradores abrieron fuego. Los. observadores comunitarios, alojados junto con los periodistas en el hotel Argentina, sobre el cual vuelan los proyectiles, han protestado más de una vez, por la violación del alto el fuego. El agravamiento de la situación ha obligado a las autoridades locales a prohibir la circulación de vehículos por la ciudad. El Ejército asegura que no dispara contra el casco antiguo de la ciudad. Aun así, una mujer fue alcanzada por un proyectil en Stradun, la calle principal de la casco antiguo de Dubrovnik.El asedio multiplica los problemas de la vida cotidiana sin luz, ni agua. El limpio mar Adriático está amenazado: al ser imposible tirar la basura en los, depósitos situados a 20 kilómetros de la ciudad, las autoridades se ven obligadas a abandonar en la costa 200 metros cúbicos de basura diaria. Aún no hay epidemias.
El asedio físico de Dubrovnik, iniciado el 1 de octubre pasado, no se puede explicar en función de la retórica oficial del Ejército federal. En el municipio, que abarca 160 kilómetros de la estrecha franja costera, no hay cuarteles que defender de los ataques de la resistencia croata. Los serbios constituyen sólo el 7% de la población. Aun así, las tropas avanzaron desde Bosnia-Herzegovina y Montenegro.
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