Reducidas protestas de jóvénes contra la 'mili' en Madrid, País Vasco y Barcelona
Algo más de mil jóvenes se manifestaron en la mañana de ayer en las principales capitales españolas coincidiendo con el sorteo de los mozos para protestar contra el servicio militar obligatorio y en apoyo de objetores e insumisos. Todas las marchas se desarrollaron sin incidentes importantes, en contra de lo ocurrido en años anteriores.Unos 600 jóvenes secundaron la concentración de Madrid -la más numerosa de las realizadas-, convocada por el Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC), la Koordinadora de Kolectivos Antimili y otros grupos similares. En un ambiente festivo y tras una pancarta con el lema "Insumisión", los reunidos recorrieron el kilómetro escaso que separa la plaza de Jacinto Benavente de la glorieta de Atocha, en el centro de la-ciudad, informa Javier Rivas.
Vigilados por un fuerte dispositivo policial, los manifestantes corearon consignas como "Militares, parásitos sociales" o "La música militar no nos gusta para bailar", así como otras a favor de los insumisos encarcelados y en contra del Ejercito y la policía. Tras finalizar la marcha, los grupos más radicales de los manifestantes se dispersaron por las calles adyacentes vigilados de cerca por dotaciones policiales.
En Barcelona, un reducido grupo de objetores séconcentró por la mañana ante el cuartel del Bruc para oponerse a la obligatoriedad de la mili e informar sobre el derecho a la objeción al centenar de jóvenes que se habían congregado allí para conocer el resultado del sorteo y su destino. Los concentrados repartieron octavillas y criticaron a la Administración por no informar sobre la objeción de conciencia a los muchachos que se incorporan a filas.
Las concentraciones en las tres capitales vascas reunieron a varios cientos de jóvenes. El sorteo celebrado en Madrid decidió el destino de 9.580 mozos vascos. Según el MOC, el 50% de ellos se han declarado objetores, y un 43% son insumisos, informa Aurora Intxausti.
En Bilbao se celebraron dos concentraciones, una convocada por la Asociación de Objetores de Conciencia y otra por el MOC. Los primeros portaban un ataúd para homenajear a las víctimas civiles de las guerras. La policía impidió varias veces, tanto en esta capital como en San Sebastián, que los convocados por el MOC se acercasen a los respectivos gobiernos militares.
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