La Conferencia de Paz obligó a aumentar las medidas de seguridad en el último sorteo del servicio militar

La celebración en Madrid de las conversaciones de paz entre árabes e israelíes condicionó ayer el desarrollo del último sorteo del servicio militar, el correspondiente a los 201.907 integrantes del reemplazo de 1992. El Ministerio de Defensa no sólo se vió obligado a cambiar la sede del acto, que estaba previsto realizar en la Casa de Campo, donde se ubica el centro de prensa dé la Conferencia de Madrid, sino que el propio sorteo estuvo rodeado de medidas de seguridad sin precedentes.

Miembros de la Policía Militar, del Cuerpo Nacional de Policía e incluso de una empresa privada participaron en un impresionante dispositivo de seguridad, que obligó a los periodistas a superar tres controles sucesivos para acceder al salón del sorteo.El temor a un atentado planeaba sobre el Regimiento de Artillería de Fuencarral. A esta unidad pertenecía el teniente Francisco Carballar, última víctima mortal de ETA en Madrid.

El traslado del acto a las afueras de la capital no desanimó a varios centenares de jóvenes que, en automóvil, autobús, e incluso recorriendo a pie los casi tres kilómetros que separan el acuartelamiento de la parada de metro más próxima, llevaron la algarabía y la expectación que se ha hecho tradicional en estos actos.

Por razones de seguridad, o tal vez para minimizar el riesgo de que un insumiso se colara en la sala desde donde se televisaba en directo el sorteo, Defensa prescindió incluso del recluta cuya mano inocente sacaba en otras ocasiones la bola del bombo, función que asumió el subdirector general de Reclutamiento, general Federico Carrero.

A las 11.08, el general sacó la bola 1109, correspondiente al 9 de noviembre. A los pocos minutos se distribuían las 53 listas (una por provincia, más las de Ceuta, Melilla y el Centro de Reclutamiento de residentes en el extranjero), con el Ejército y la región militar de cada recluta.

A partir del primer nacido el 9 de noviembre, o en la fecha inmediatamente posterior, se clasificó el contingente de cada provincia. Primero, los destinados al Ejército de Tierra (más del 70% del total); luego, la Armada y la Fuerza Aérea. Dentro de Tierra el reparto comenzó por la Región Centro, de forma que sólo para los naturales de Madrid Extremadura y algunas provincias castellanas y manchegas haber nacido inmediatariiente después del 9 de noviembre era sinónimo de quedarse cerca de casa.

El director general del Servicio Militar, Laureano García, señaló que el año que viene la distribución de los mozos no se hará ya por sorteo, sino con un procedimiento informático que atenderá, en la medida de lo posible, a las preferencias manifestadas por los jóvenes.