El MOPT reconoce que Telefónica no instala líneas en los extrarradios

El Gobierno reconoce, en su respuesta a un informe del Defensor del Pueblo del año 1990, que Telefónica "siempre ha mostrado una especial resistencia a la instalación en extrarradios" y achaca a la "poca sensibilidad de algunos ayuntamientos" el retraso en la instalación de líneas.

En este documento gubernamental, que dedica un capítulo a cada ministerio aludido por el defensor del pueblo, Álvaro Gil-Robles, el departamento de Obras Públicas y Transportes reconoce el escaso interés de Telefónica por atender las demandas de los extrarradios de los centros urbanos "por su alto coste y su baja rentabilidad al ser líneas de poco tráfico".

La solución consistirá en introducir una cláusula en dicho contrato por la que Telefónica tendrá obligación de llevar la línea "hasta una determinada distancia del núcleo urbano y, a partir de allí, el solicitante puede hacer la instalación a su cargo ajustándose a las especificaciones técnicas del servicio o contratarlo con Telefónica mediante un presupuesto previo".

También reconoce el ministerio que "los problemas de facturación defectuosa son más frecuentes de los aconsejables", por lo que en la mayoría de los casos Telefónica "atiende de forma favorable la queja de los clientes", y que el servicio de comunicaciones marítimas "es un servicio muy deficitario", por lo que las soluciones "posiblemente pasarán por los presupuestos".

Por lo que respecta a Correos, el ministerio de José Borrell recuerda que la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 1991 incluye su transformación en un organismo autónomo de carácter comercial, "cuyo estatuto se aprobará en los próximos meses".