Ellas nunca lo harían

Tres Cantos, el último municipio creado en la Comunidad de Madrid, registra un índice elevado de abandono de animales de compañía, que se acentúa en la época estival. Es precisamente en este municipio donde Martina, Susana, Eva y Ruth, cuatro niñas de entre 10 y 14 años, dedican sus ratos de ocio y sus ahorros a cuidar perros abandonados que deambulan por las calles del municipio. Su empeño ha vencido la resistencia de sus padres.

Martina, Susana, Eva y Ruth son las protagonistas de esta encomiable labor que ha despertado la simpatía entre sus vecinos. Su lema es "dar cariño a estos animales para que no se sientan abandonados".Hoy por hoy, son cuatro animales sus protegidos; Caneli, un gran ejemplar canino de origen desconocido, sus dos cachorros Dundra y Drun, y Lobo, una especie extraña con cara de "morador de los bosques". Caneli lleva cinco años deambulando por las calles de Tres Cantos y tras cada época de celo paría cachorros de raza desconocida y normalmente con un futuro incierto. Son solamente cuatro de los 200.000 perros que son abandonados cada año en España.

Esterilizada

"Al principio cuando encontramos a Caneli nos impresionó por su tamaño y nos daba miedo pero descubrimos que era buena y cariñosa y desde entonces cuidamos de ella", relatan las pequeñas. Caneli enseña los dientes para defender a las cuatro amigas si algún extraño se cerca demasiado.Hace unos días la perra fue esterilizada por el veterinario. La operación costó 17.000 pesetas y las pequeñas con sus ahorros y "haciendo una colecta" pagaron la intervención. Ahora, Caneli está convaleciente y sus cuidadoras hacen turnos para vigilar el posoperatorio acogiéndola un mes en casa de cada una hasta que cicatricen sus heridas y vuelva a la calle donde la seguirán cuidando.

Los padres eran algo reacios a que sus hijas se mezclaran con perros callejeros, pero ante la testarudez de las niñas a dejar de hacerlo, decidieron respetar su voluntad con una condición: "Vacunar y desparasitar a los animales". Esto supuso un nuevo aliciente para las chicas que pasan mucho tiempo con los animales tras terminar sus estudios diarios.

Lobo y Caneli -tras su recuperación-, Drunda y Drun continuarán viviendo en la calle pero comen, juegan y están sanitariamente controlados gracias a la ilusión de estas cuatro niñas y alguno de sus amigos que se les unen de vez en cuando. El servicio de recogida de perros de la Comunidad de Madrid no tendrá, con sus cuidados, trabajo en este municipio. Los funcionarios recogieron 546 canes errantes el pasado año.

Las niñas quieren que, con su trabajo, que los vecinos de su municipio sepan que "un perro es un buen amigo y que es muy triste verlo solo y enfermo abandonado en las calles". Otros animales no tienen la suerte de Caneli, Lobo, Druna y Drun. La Sociedad Protectora de Animales de Madrid recoge unos 200 perros al mes y encuentra alojamiento solamente para un 20% de todos ellos. El pasado mes de julio, el Centro de Protección Animal del Ayuntamiento de Madrid recibía hasta tres perros diarios que llevaban sus dueños para deshacerse de ellos.