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El Gobierno calcula que en el censo definitivo saldrán 400.000 españoles más

José Quevedo, presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo responsable de la elaboración del censo de la oblación, dijo ayer en el Senado que los resultados definitivos del censo, que se sabrán en enero del próximo año, podrán dar como mucho unos 400.000 españoles más de los que se anunciaron como provisionales el pasado mes de septiembre. El Partido Popular sostiene, por el contrario, que continúa faltando un millón de españoles. La Administración está realizando tres tipos de control de los resultados y, "según se desprende de los primeros datos, ha habido sobreestimación de la población en los censos anteriores". Quevedo ha admitido en el censo de 1991 un error de un 0,7%.

El presidente del INE, que compareció ayer en la comisión de Economía y Hacienda del Senado, a petición del Grupo Socialista, para dar información sobre el censo de población de este año, señaló que aún corrigiendo todos los errores, la población española no va a llegar en ningún caso a los 39 millones de habitantes.La cifra provisional obtenido en el último censo fue de 38.425.679, lo que supuso , según reconocieron sus autores, unos 700.000 españoles menos de lo esperado. Fuentes del Instituto de Demografía del Consejo Superior de Investi.gacio: nes Científicas señalaron entonces que a esta cifra habría que añadir un saldo migratorio de 300.000 personas que no ha: brían sido censadas, lo q ue supondría que un millón de españoles habrían quedado sin registrar.

El presidente del INE, organismo que depende del Ministerio de Economía y Hacienda, dice que, según los datos de que disponen, el error no ha llegado ni a medio millón de habitantes. A finales de septiembre el ministro de Economía, Carlos Solchaga, dijo en el Congreso de los Diputados que sólo se registró un error próximo al 0,5% equivalente a unas 200.000 personas.

Quevedo dijo que en los censos anteriores se había producido una sobrestimación de la población (780.000 personas en 1970 y medio millón de personas en el censo de 1981). Añadió que muchos ayuntamientos inflaban las cifras de sus habitantes para obtener mayores ventajas políticas y económicas y que por ello eran muy sospechosas las cifras de habitantes situadas inmediatamente por encima de los 5.000, 10.000 y 20.000 habitantes.

Saldo migratorio

Otra tercera razón que explica, a juicio del presidente del INE, que el censo de 1991 está sobreestimado es que algunos organismos han afirmado que falta el saldo migratorio de unos 300.000 habitantes. "Sobre este tema hay que decir dos cosas. En primer lugar que no hay en estos momentos un método fiable de saber dicho saldo y en segundo lugar que en el censo de 1991 no se ha incluido la población de los emigrantes porque ellos tienen un censo aparte".

El responsable del INE minimizó los efectos que ha podido tener en los resultados del censo la "campaña" por no contestar a las preguntas del censo promovida por el Partido Popular. "La campaña, que se extendió también a algunos medios de comunicación, nos estimuló a hacer un esfuerzo y al final el rechazo no fue signíficativo", señaló Quevedo.

El senador Luis Ortíz, del Grupo Polular, sostuvo en su turno de preguntas que continúan faltando un millón de españoles y calificó de grave este hecho "porque tiene importantes repercusiones en determinados parámetros económicos y sociales" como la renta per cápita, los índices de natalidad y algunas ayudas económicas a ayuntamientos. Se quejó además el representante del partido Popular de que el censo haya sido tan costoso -17.580 millones de pesetas-

El presidente del INE estimó, sin embargo, que aún en el supuesto de que "fuérarnos un millón de españoles menos" las repercusiones en las ratios y los índices no serían tan graves y puso como ejemplo que en el caso de la renta per cápita corresponderían según las estadísticas unas 15.000 pesetas más a cada español y en las tasas de natalidad o defunciones habría una variación de unas tres décimas arriba o abajo.

Quevedo señaló que han sido recogidos 20 millones de cuestionarios por 6.000 agentes censales. En 7.000 municipios de los 8.000 que hay en España ya se han aprobado los resultados del censo; otros 700 están a punto y en 80 municipios hay problemas. Mérida es, probablemente el municipio más significativo, que ha denunciado una perdida de 5.000 habitantes que no corresponde a las estimaciones del ayuntamiento.

Según el presidente del INE al final de la recogida de cuestionarios tan sólo hubo 2.000 negativas explícitas a rellenar aquellos, pero en el actual proceso de grabar los resultados se están encontrando con algunos casos de cuestionarios no rellenados suficientemente. Sólo en la Comunidad de Madrid se han registrado 6.000 cuestionarios no rellenados y 8.000 ¡localizables. Por otra parte al menos en 30.000 viviendas de Madrid no se pudo recoger el cuestionario para el censo de la vivienda que se hizo de forma paralela. Los instrumentos de control al censo que se aplican ahora son una encuesta por muestreo sobre 500 puntos censales para saber si ha habido sobre o subestimación; una muestra sobre 20.00 viviendas y una encuesta sociodemográfica en 160.000 viviendas.

Los muertos también votan

¿Estamos ante el final de los censos de población?, se le preguntó en los pasillos del Senado al responsable del principal organismo estadístico de este país. "La informática, que está sirviendo, según el presi dente del INE, "para hacer el mejor y más perfecto censo que jamás ha existido en Espafia" puede suponer el Final de este tipo de estudio de población dado que muchos municipios tienen informatizados los padrones "y si mejoramos nuestros registros de padrones no serían necesarios los censos, como ha sucedido en algunos países", señaló Quevedo.Un diputado de la oposición añadió en tono jocoso: "De esa forma el Gobierno ahorraría dinero y dolores dé cabeza por tener que enfrentarse con errores y sobreestimaciones".

No es seguro, sin embargo, que la informática sirva para resolver algunos problemas que tiene el Instituto Nacional de Estadística en relación con el recuento de los españoles. Resulta que los muertos también pueden votar porque al menos 45.000 boletines de defunciones de españoles que llegan al INE no pueden ser dados de baja porque son indescifrables y, por lo tanto, figuran después en las'listas de personas activas, en el padrón y en el censo electoral.

Otra vertiente del censo actual relacionada con la informática es que en el paso de los datos del censo a soporte informático no se están registrando ni los nombres, ni los apellidos, ni los domicilios de los ciudadanos, según dijo el presidente del INE. "De esta forma nos hemos anticipado a la ley de protección de datos informáticos que se encuentra en el parlamento", dijo Quevedo.

Tampoco ha podido hacer nada hasta ahora la informática para resolver el duplicado y, a veces triplicado, en el padrón. Según José Quevedo entre 1986 y 1990 se han registrado mas de 400.000 duplicidades en el mismo.

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