Walesa se ofrece como futuro jefe de Gobierno en Polonia
El presidente de Polonia, Lech Walesa, se ofreció ayer para encabezar un "Gabinete de concordia nacional". En una declaración difundida dos días después de la celebración de los primeros comicios legislativos democráticos en su pais, que dieron como fruto un Parlamento fragmentado y la segunda posición en la Cámara a los ex comunistas, Walesa hizo un llamamiento a los partidos para que "abandonen las luchas políticas" en los próximos dos años. Asimismo solicitó una "colaboración armoniosa" Y la concesión de "amplias competencias" al futuro Gobierno, "basado en la cooperación y el acuerdo".
A través de su portavoz, Walesa expuso tres variantes para la formación del "Gabinete de la concordia nacional". En dos de ellas manifiesta su disposición a encabezar el Ejecutivo siempre y cuando el nuevo Gobierno disponga de poderes especiales y garantías de superviviencia durante dos años, concedidas por el Parlamento. El Gabinete estaría formado por los partidos procedentes de Solidaridad o bien por los siete partidos más votados, incluidos los ex comunistas.
Una tercera variante presidencial prevé la composición del Gobierno por la amplia coalición de partidos provenientes de Solidaridad, pero sin Walesa al frente.
De esta manera, el presidente polaco revela su deseo de reconstruir la unidad de Solidaridad que él mismo rompió iniciando "la guerra en las cúpulas del poder" el pasado año para asegurar su elección como primer mandatario. Esta reconstrucción, sin embargo, parece muy'improbable a la vista de los antagonismos personales entre los componentes del bloque de la antigua Solidaridad y las diferencias de posición ante la política de ajuste económico que la derecha ha rechazado rotundamente en la campaña electoral.
Walesa mantuvo su primera consulta poselectoral con Jacek Kuron, uno de los principales líderes de la Unión Democrática.
El 12% de los votos conseguidos por los ex comunistas puede considerarse no tanto como un éxito de esta formación política, que prácticamente no mejoró su resultado de las elecciones presidenciales del pasado año, sino como un estrepitoso fracaso de los partidos de la antigua oposi ción, que no han logrado movilizar a su electorado, frustrado por la cada vez más profunda recesión y desorientado ante las divisiones y luchas entre los diferentes partidos procedentes de Solidaridad.
Ante la dura realidad económica, un 30% de los electores que hace dos años apoyó a Solidaridad decidió protestar, tal como lo solían. hacer en los tiempos comunistas: no acudiendo a las urnas. El efecto ha sido una participación de apenas un- 43%.
Al inesperado éxito de los ex comunistas contribuyó tambiénel propio Walesa, quien en vísperas de los comicios arremetió contra ellos, amenazando con "dejar en cueros a los ladrones" y hasta con encabezar una revuelta popular contra ellos. Esta carga anticomunista movilizó al electorado procomunista.
Los cinco partidos de la derecha de Solidaridad sumaron un total del 25% de los votos. Sofidaridad-sindicato obtuvo sólo un 5% de los sufragios.
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