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Dos testigos vinculan una muerte del 'caso Atocha' con el cobro de una "deuda"

Elena Muñoz y María del Carmen López, dos amigas del tercer atracador del caso Atocha afirmaron ayer en el juicio contra cuatro policías acusados de la muerte premeditada de los tres asaltantes de una joyería en 1984, que la noche del 31 de julio de ese año, cuando murió José Luis Fernández Corroto por disparos de los procesados, éste iba a cobrar un dinero que le debían.Estas dos testigos, presentadas por el acusador que actúa en nombre de la familia de Corroto, declararon que el tercer hombre estuvo todo el día con ellas y que al día siguiente iban a ir de vacaciones a un apartamento de Roquetas de Mar (Almería) invitadas por el delincuente.

Carmen López, esposa de un compañero de correrías de Corroto, llegó a decir que el atracador después de cenar le dijo que pusiese a enfriar una botella de champán mientras él iba a cobrar un dinero que le debían. Ni las dos mujeres ni otro amigo de Corroto, Francisco Sanz, pudieron concretar a cuánto ascendía la supuesta deuda aunque calcularon que "cerca de un millón de pesetas".

Las acusaciones presentaron este testimonio como prueba del supuesto acuerdo a que el tercer atracador había llegado con los policías procesados para repartirse el botín de la joyería.

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