_
_
_
_
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Hasta que llegó Paco

Cuando George Duke, conductor musical de la noche, anunció que el recital comenzaba con un homenaje a Miles Davis, el público comenzó a frotarse las manos porque además hacía frío. George Benson comenzó con Footprints, John McLaughlin siguió con In a silent way, Paco de Lucía interpretó el adagio del Concierto de Aranjuez y Stanley Clarke remató con Tutu. El homenaje fue breve, emocionado y brillante. Clarke abrió el turno de actuaciones largas -dos temas por artista-, con Goodbye Pork Pie Hat, de Charlie Mingus, para continuar con su época rockera de School days. Clarke siempre da intensidad a sus actuaciones y su virtuosismo al bajo eléctrico osciló entre la payasada y el lirismo. Cuando decidió pararse, enseñó su dominio técnico y tímbrico. Y apareció Larry Coryell.

Leyendas de la guitarra

Stanley Clarke, Larry Coryell, Paco de Lucía, John McLaughlin, Rickie Lee Jones y George Benson. 4.000 personas. Precio: 2.800 y 8.500 pesetas. La Cartuja. Sevilla, 16 de octubre.

Más información
Bob Dylan y Keith Richards, juntos en Sevilla
El cantante enigmático

Cuando acabó su versión a la guitarra acústica de 12 cuerdas del Bolero de Ravel, el que tenía que haber salido corriendo era el público, y al coger la eléctrica para recordar sus tiempos de fusión con Eleventh House demostró que se encuentra en un callejón de difícil salida.

Paco de Lucía comenzó con un tema de Siroco y acabó por bulerías. No se limitó a una faena de aliño y alcanzó momentos de gran brillantez. Paco de Lucía puede estar bien o mal, pero siempre es capaz de sorprender en un instante de emoción y, en cualquier caso, es un placer escuchar su constante labor de enriquecimiento armónico del flamenco, ver su mano derecha que acaricia o golpea, y sentir el pellizco de sus falsetas. Alcanzó los momentos más intensos de la noche.

John McLaughlin es otro excelente guitarrista que, además, tiene una mente inquieta. Sus veloces improvisaciones tienen un enorme interés armónico por su constante intercambio de escalas y un sentimiento casi flamenco. Junto a Paco de Lucía recordó a Falla, y el dúo se convirtió en otro de los momentos grandes.

El paso de Rickie Lee Jones por Sevilla fue triste. La cantante, gélida y distante, interpretó Hi-Lili Hi-Lo, del filme Lili (1959), con un sonido inapropiado para su intimismo. Su presentación en España fue decepcionante porque no era el festival apropiado. Una pena.

George Benson, domínador, seguro y extrovertido, ofreció su comercial visión del jazz y para terminar, Benson, Coryell, Clarke y McLaughlín se divirtieron juntos, cerrando una noche veloz. Hasta que llegó Paco.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
Recíbelo

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_