El profesor británico Coase, Nobel de Economía
Ronald H. Coase, de origen británico y 81 años de edad, que trabaja en la Universidad de Chicago (Estados Unidos), es el ganador del Premio Nobel de Economía de este año "por su contribución al esclarecimiento de la importancia de los costos de las transacciones y de los derechos económicos para la estructura institucional y el funcionamiento de la economía".
En los fundamentos de la Real Academia de Ciencias de Suecia se subraya que hasta una fecha reciente el análisis económico de base estaba orientado principalmente al estudio del funcionamiento de la economía en el marco de una estructura institucional ya determinada. Se estimaba que las tentativas de explicación de esa estructura no eran necesarias ni posibles. De tal manera, la existencia de organizaciones del tipo de las que se denominan empresas era considerada casi como un hecho natural.Asimismo, las variaciones observadas en las formas de los contratos de la vida económica eran entendidas como un hecho evidente y las leyes y reglas del sistema jurídico aparecían como algo impuesto desde afuera a la actividad económica.
Mediante una extensión radical de la microteoría económica, Ronald Coase logró extraer los principios de explicación de la estructura institucional de la economía aportando un nuevo enfoque para la comprensión de su funcionamiento. Esto permitió dar un fuerte impulso a la ciencia jurídica, a la historia económica y a la teoría de la organización, de gran importancia en el contexto interdisciplinario.
Los aportes de Coase son el resultado de una investigación minuciosa de muchos años, de los distintos elementos del análisis. Pasó mucho tiempo antes de que sus teorías fueran aceptadas. Actualmente son consideradas como una de las partes más dinámicas dentro de la investigación de las ciencias económicas y del derecho.
Coase demostró las insuficiencias de la teoría microeconómica tradicional de base, que sólo consideraba los costos de producción y de transporte dejando de lado los de conclusión y ejecución de contratos, así como los de administración y organización. Estos costos son llamados comúnmente de transacción y representan una parte considerable de la utilización total de los recursos.
Al incorporar los diferentes tipos de costos, Coase abrió el camino para un análisis sistemático de las instituciones del sistema económico, así como de su importancia. Demostró también que a menudo el análisis gana en fuerza y precisión y se realiza sobre la base de los derechos de disposición de las mercancías y de los factores de producción en lugar de considerar solamente las mercancías y los factores en sí mismos.
Estos derechos, que el análisis económico denomina derechos de propiedad, pueden comprender no solamente a éstos sino también diferentes derechos de utilización o derechos específicos y limitados de decisión y de disposición definidos por cláusulas de acuerdo y por reglas internas de las organizaciones.
Son las limitaciones del derecho de propiedad y su distribución entre los individuos de acuerdo a la ley, las cláusulas del contrato y otras reglas, las que determinan las disposiciones económicas y sus efectos.
Coase ha mostrado que toda distribución de derechos de propiedad entre los individuos tiende a ser reaceptada por contrato si es beneficiosa para las partes y los costos de las transacciones no lo impiden. Los derechos de propiedad constituyen así un elemento fundamental del análisis de la estructura institucional de la economía.
En el desarrollo de sus teorías hay dos obras fundamentales: The nature of the firm donde se plantea por qué existen organizaciones del tipo de las empresas y por qué cada empresa tiene el volumen que tiene. Su segunda obra capital es The problem of social cost.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.