Almodóvar enseña sus 'Tacones lejanos'
"La gente que me quiera insultar dirá que es como 'Cristal", dice de su nueva película
"El gran lujo que me permite el éxito es escoger los géneros de las películas que hago y, ahora, he querido crear un melodrama al desnudo". Así explica Pedro Almodóvar el porqué de Tacones lejanos. Ayer se celebró en Madrid la primera, y multitudinaria, proyección de la nueva película del cineasta, que se estrenará el próximo día 23 en Madrid, el 25 en Barcelona y, después, en 105 salas de toda España. "La gente que me quiera insultar", afirmó Almodóvar, "dirá que es como Cristal, pero es evidente que no, lo mismo que Rocco y sus hermanos no es igual a Leonella".
Hija (Victoria Abril) traumatizada por una madre artista (Marisa Paredes) que la abandonó de pequeña... Juez (Miguel Bosé) que imita al inspector Clouscau en el capricho por los disfraces, y lo mismo es un yonqui que un travestido... Dos asesinatos, un merengue y hasta boleros cantados por Luz Casal, son algunos de los elementos de Tacones lejanos, la novena película de Pedro Almodóvar. Después de comedias y tragicomedias, él mismo la define como su salto "al melodrama con mayúsculas". "Es un gran melodrama, con todo el impudor que tienen los melodramas para hablar de los sentimientos; a lo mejor éste es un poco más desnudo de lo habitual", explica el director, que, como en las tres películas anteriores, también es guionista y productor del filme.
¿Por qué ahora un melodrama? "Ha sido una decisión consciente a la vez que vísceral", explica. "Primero, porque cada vez me interesa más hablar de las relaciones entre las personas y de lo difícil que resulta querer. Además, siempre me he guiado por la intuición, que hasta ahora no me ha fallado, y siempre he sorprendido al espectador".
¿Tiene algo que ver el auge de los culebrones en España? "Evidentemente, no es un culebrón", dice un Almodóvar contundente. "Me horrorizan, no los veo, y me parece que la televisión está más cateta que nunca poniendo esos programas y el país dando un paso hacia atrás interesándose por esos subgéneros. Además, hay un equívoco, porque el melodrama televisivo no tendría por qué ser abyecto. Por ejemplo, en Tacones... hay madres, hijas, embarazadas, y esas cosas de los folletines, pero se trata de que detrás haya seres humanos con emociones de verdad".
En Tacones lejanos se nota un evidente influjo de Douglas Sirk, y, sobre todo, de su película Imitación a la vida. Almodóvar lo reconoce: "Me fascina esa película y, por ejemplo, el peinado que luce Marisa Paredes en Tacones lejanos está inspirado en el de Lana Turner". "Pero", añade, "creo que tanto Marisa como Victoria Abril no tienen que envidiar a nadie: están insuperables, y, sin ningún reparo, digo que su trabajo es una cumbre en la interpretación española de todos los tiempos". De Miguel Bosé dice: "Era uno de los riesgos de la película y todo el mundo tenía mucho miedo, pero yo creo que su papel de mediohombre-mediomujer se ha salvado con creces".
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