Corcuera arremete contra los jueces que no actúan en sintonía con su proyecto de ley

Viene de la primera páginaEn su línea de ataque frontal, Corcuera agregó en relación con los yuppies: "Hay mucho yuppi que le gusta pasar ciertos fines de semana..., Así se explica la increíble demanda de cocaína, y a esos sí se les puede cobrar las multas. Y, además, algo más grave, que corren el peligro de que se sepa". El subido tono de estos corrientarios fue la tónica de la segunda parte del debate, ya que, a lo largo de la primera, tanto Corcuera como los portavoces de los distintos grupos se mantuvieron moderados.

El debate comenzó cuando en el banco azul del Gobierno se encontraba, además de Corcuera, sólo el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, a pesar de la enorme expectación levantada sobre el contenido de la ley. En horas posteriores, se fueron incorporando al hemiciclo el vicepresidente Narcís Serra y los ministros Juan Manuel Egulagaray, Rosa Conde, Matilde Fernández y Luis Martínez Noval. En ningún momento estuvo presente el presidente del Gobierno ni el ex vicepresidente Alfonso Guerra.

A lo largo de las intervenciones, los socialistas dejaron claro que están dispuestos a modificar el proyecto a través de enmiendas de otros grupos, cuando pase a comisión. La actitud de cambio del PSOE fue tan explícita que José María Mohedano, el ponente socialista, recalcó: "Estamos dispuestos a estudiar las enmiendas que nos lleguen". "No nos cerramos en nuestras posiciones, el proyecto es discutible". "Sobre temas competenciales tienen toda la razón", en alusión a objeciones de EA respecto a la policía autónoma vasca. Y siguió en este tono. "Estamos dispuestos a aceptar sus fórmulas" y aún remachó por si quedaba alguna duda que su grupo no había presentado alguna enmienda para "adoptar fórmulas propuestas por otros grupos".

Pero antes que eso, Mohedano, que subía por primera vez a la tribuna para defender un proyecto de ley socialista, se arrancó con un ataque directo al Grupo Popular de este tenor: "Entre ustedes el que habla no piensa, el que piensa no habla" (mientras miraba ostensiblemente hacia el escaño de Miguel Herrero y Rodríguez de Mirón) "y el resto ni habla ni piensa". A partir de ahí su intervención estuvo jalonada por silbidos, pateos, gritos, de los bancos de la oposición.

Alusión a González

El debate proporcionó ocasión para las apelaciones personales. Federico Trillo, del PP, quiso implicar al presidente del Gobierno, Felipe González, y subrayó su ausencia en el debate, diciendo que "o no le interesa o no está comprometido con el proyecto". Castellano, de IU, dijo que ya era hora de dejar de hablar de la ley Corcuera, y que era necesario hablar de la "ley González", porque el proyecto es responsabilidad del Gobierno que preside.

La crispación saltó en la sesión de la tarde cuando Mohedano se dirigió a Castellano para recordarle que él, siendo diputado del PSOE, defendió el proyecto de ley antiterrorista. Castellano pidió la palabra por alusiones y en tono descompuesto dijo que se sentía, "indefenso ante la calumnia". Este episodio organizó un rifirrafe entre el portavoz socialista y el presidente del Congreso, que no dejó replicar al representante de IU.

En cuanto a la postura de cambio que anunciaron los socialistas, fuentes del propio grupo, aseguraron que la beligerante postura de Mohedano, y el éxito, que al parecer obtuvo entre sus correligionarlos le reforzaban para lograr del ministro modificaciones importantes, durante la tramitación parlamentaria del proyecto.

Vascos y catalanes, al fijar su posición de voto, y ya que no habían presentado enmiendas a la totalidad dejaron entrever con claridad que serán los portillos por donde se cuelen las enmiendas más importantes del proyecto. Iñaki Anasagasti, por el Grupo vasco, rechazó que tuviesen "pacto global alguno con el PSOE" pero dejó claro que "el proyecto es mejorable" y alabó "la capacidad de diálogo de este ministerio" y anunció que aportarán enmiendas al mismo.