Los idus de otoño
La construcción a la sombra de los ajustes presupuestarios con el ¡ay! en el cuerpo, el grupo de las aseguradoras en uno de sus baches anuales, las empresas de alimentación salpicadas por inversiones muy selectivas, las químicas ante un tímido arranque y, finalmente, las eléctricas en pleno trasiego de títulos y batido el sector por las operaciones anunciadas: es el panorama general del mercado que se enfrenta. ahora a una etapa de intensa liquidez (con vencimientos de activos -bonos, pagarés y obligaciones-) y el Tesoro dispuesto a captar una media mensual superior al medio billón para cubrir el grueso de sus necesidades.La inestabilidad de la renta variable -Sin menospreciar algún retoque- será, pues, moneda corriente mientras el dinero siga circulando por el filamento incandescente de los mecanismos monetarios. La caída de la hoja no apunta mejores augurios. Los idus de otoño no maquillan de optimismo los pronósticos. Octubre es uno de los meses peculiarmente peligrosos para especular en Bolsa, escribió MarkTwain; los otros son enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, noviembre y diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.