Nueve marineros coruñeses se hunden con su barco en la Costa de la Muerte
Los nueve tripulantes del pesquero Os Tonechos, del puerto coruñés de Malpica, se hundieron durante la noche del viernes al sábado, a unas cuatro millas de tierra, en la denominada Costa de la Muerte. El cadáver de uno de los pescadores apareció en una playa próxima al lugar del accidente y los responsables de las operaciones de rescate consideraban ayer muy improbable que alguno de los otros ocho marineros permanecieran con vida. La mayoría de los tripulantes del Os Tonechos eran menores de 24 años. Con este naufragio son ya 49 los marineros gallegos muertos o desaparecidos en los últimos siete meses.
La pequeña villa de pescadores de Malpica se despertó ayer consternada. por la desaparición de nueve marineros, cuatro días después de que otro vecino del municipio, Gerardo Pérez Pose, de 3,6 años., lograse salvarse en aguas escocesas del naufragio del buque Frank C, tras permanecer 26 horas sobre una balsa. También en Malpica, uno de los puertos gallegos donde se vive con más intensidad la dureza de la Costa de la Muerte, se ahogó el viernes un marinero jubilado, de 62 años, que faenaba en una pequeña embarcación en las islas Sisargas. El Ayuntamiento declaró ayer tres días de luto.Eran cerca de las ocho de la mañana de ayer cuando otro pesquero de este pueblo encontró restos del aparejo del Os Tonechos, que se había hecho al mar la noche anterior con intención de volver al amanecer. El buque no disponía de radio-baliza, el dispositivo automático que en caso de naufragio lanza una llamada de auxilio vía satélite, por lo que se desconoce a qué hora se produjo el accidente.
En zona rocosa
Alertados los servicios de salvamento, se desplazaron a la zona dos helicópteros, el remolcador Alonso de Chaves, de la Dirección General de la Marina Mercante, lanchas de la Cruz Roja y unos 15 pesqueros de Malpica que se disponían a regresar a puerto tras faenar durante toda la noche. A media mañana apareció en la playa de As Marifias el cadáver de un hombre, que fue trasladado en helicóptero al hospital Juan Canalejo de La Coruña, donde se le identificó como el marinero del Os Tonechos Modesto Varela Torrado, de 42 años, casado y con tres hijos.El buque fue localizado a unos 11 rrietros de profundidad, en una zona rocosa conocida como Los Arenales de Baldaio, a cuatro millas de la costa. Submarinistas de la Guardia Civil y de la Armada inspeccionaron elcasco pero no encontraron rastro de los marineros desaparecidos. Según explicó en una comunicación telefónica desde el mar el capitán del remolcador Alonso de Chaves, Senén Fernández, el barco estaba astillado y restos del aparejo se encontraban enredados en la popa. Esta parte del buque no pudo ser inspeccionada ya que había mar de fondo en la zona y resultaba muy peligroso para los buceadores introducirse en el casco semidestruido.
Los equipos de rescate sospechan que el barco se hundió traschocar con una roca. "Esta es una zona peligrosa porque hay fondos de roca bastante mar adentro", explicó el capitán del remolcador. Algunos marineros mostraron su extrañeza por las circunstancias del accidente, ya que el patrón del buque debía conocer bien las aguas y prever que existía riesgo de colisión con las rocas. En el momento del naufragio no había temporal.
Las esperanzas de encontrar con vida a los marineros son muy reducidas ya que el lugar del siniestro fue intensamente -rastreado durante toda la manana de ayer. "No hay ninguna esperanza. Seguramente los cadáveres están hundidos con el barco", dijo con resignación un familiar de uno de los desaparecidos. Serién Fernández señaló que sospecha que los marineros hayan quedado atrapados en la parte del casco que no pudo ser inspeccionada por los hombres rana.
En la cofradía de pescadores de Malpica existía ayer la misma sensación de abatimiento y se estaban ya habilitando dos locales como tanatorios para la eventualidad de que fuesen hallados los cadáveres. Decenas de personas, entre ellas familiares de los desaparecidos, permanecieron toda la manana en el puerto de Malpica para seguir de cerca las labores de rastreo. A mediodía muchos se habían retirado ya a sus hogares convencidos de que el mar se había tragado a los pescadores.
El Os Tonechos era un barco de 18 metros de eslora, construido hace medio año. Su armador, Antonio Alfeirán Castro, de 41 años, actuaba como patrón y viajaba a bordo del buque en compañía de su hijo Antonio, de 17 años, que recientemente había decidido dedicarse a la pesca tras abandonar los estudios. El resto de los tripulantes, que tienen entre 20 y 24 años, son los siguientes: los hermanos Santiago y José Antonio Vila Lema, Francisco Pose Reino, José Varela Pose, Juan José Ruiz Pose y Juan José Chouciño Garrido. El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, tiene previsto visitar hoy a los familiares de los pescadores.
Suspendida la búsqueda del 'Frank C'
Las posibilidades de que se encuentren con vida los 16 tripulantesdel Frank C, que se hundió el pasado lunes a 250 millas al oeste del archipiélago escocés de las Hébridas, son cada vez más remotas. La zona rastreada. en la última semana abarca ya 40.000 millas cuadradas; y no se ha encontrado ni un solo indicio de la presencia de la balsa, en la que, según el único superviviente, Gerardo Pérez Pose, pudieron haberse refugiado los náufragos, 14 gallegos, un alemán y un surafricano. Las autoridades británicas han decidido abandonar el rastreo a partir de hoy ante la absoluta falta de resultados.La infructuosa búsqueda continuó ayer por quinto día consecutivo, y en ella participaron dos aviones Orion de las Fuerzas Aéreas estadounidenses y otros dos aviones y un helicóptero británicos.
La dimensión del área rastreada hasta ahora es "una verdadera barbaridad", en elocuente expresión de un portavoz del salvamento marítimo español. Otro factor que contribuyó ayer a alimentar el pesimismo es que los equipos británicos especializados en el rescate en el mar están considerados como los mejores del mundo y no han obtenido resultados.
El hasta ahora único superviviente del naufragio, Gerardo Pérez Pose, de 36 años, que fue recogido por un pesquero danés tras permanecer 26 horas en una balsa, sufre una fuerte crisis nerviosa y ha tenido que recibir asistencia médica. Su esposa declaró ayer a La Voz de Galicia que Gerardo Pérez no quiere hablar ni con su familia del accidente y de las horas que permaneció solo en medio del temporal en el Atlántico Norte.
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