AIfonso Guerra asegura que no es socialista perseguir la eficiencia a toda costa
Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE, afirma en una entrevista que hoy publica el diario El Sol que para el socialismo "la eficiencia es un dato más, y el que sostenga que es el único no está en el socialismo". En su conversación, Guerra sentencia: "En el mundo occidental se ha producido un voluntario despojamiento de los contenidos políticos en beneficio de la eficiencia. Y éste es un principio importante pero no el único".El vicesecretario general del PSOE, a una pregunta sobre los presupuestos de 1992, responde: "Creo que en nuestro sistema ha habido una obsesión por el crecimiento. Pues bien, tanta importancia como pueda tener el crecimiento debe tenerla qué clase de crecimiento, con qué equidad, con qué solidaridad. La diferencia está en el tipo de crecimiento, y ésa es la cuestión que se plantea en todo presupuesto y en éste".
El ex vicepresidente ' del Gobierno considera que la polarización entre sus tesis y las del ministro de Economía, Carlos Solchaga, "no es real, sino que responde a la intención de algunos". Y añade: "En el comité federal yo hice una exposición general sobre planteamientos ¡delógicos actuales tales como la influencia que puede tener la caída del comunismo. Esta exposición provocó 11 intervenciones de miembros del comité. Contesté a los 11 sin privilegiar a uno o a otro. Naturalmente siempre hay gente interesada por el papel de uno o de otro sobre todo cuando se ha intentado destacar una intervención que era una repetición de ideas pasadas, viejas, caducas", según las cuales, afirma Guerra, lo único que queda en el mundo es el capitalismo".
Alfonso Guerra considera que el Gobierno no pretende restringir la libertad con el proyecto de ley de seguridad ciudadana y añade que en el debate parlamentario de la llamada ley Corcuera "se debe encontrar una redacción que garantice absolutamente los derechos, en primer lugar, y que la bandera de la libertad siga en la orilla progresista, en segundo".
Juan Guerra
Sobre el caso Juan Guerra, afirma: "Es un caso que no tiene precedentes históricos en un sistema democrático. La nauseabunda operación de los sectores menos democráticos ha fallado en los cálculos de la resistencia del material. A partir de ahí, soy consciente de quiénes son los adversarios, qué métodos utilizan y, por concluir, cada uno de los que han estado en esta operación debe haber que a todos les llega su sanmartín". El número dos del PSOE afirina que se siente objetivo predilecto de los sectores menos democráticos".Sobre el caso Amedo, señala: "Muchos pueden pensar que no habría que condenar a quienes persiguen a terroristas. Afortunadamente la democracia se asienta en criterios menos volubles, no en ganas de linchamientos físicos y morales. Desgraciadamente, el linchamiento moral se sigue haciendo con frecuencia en nuestro país, y, precisamente, por los más informados".
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