Un asunto odioso
Soy una maestraque trabaja desde hace años con niñas y niños de raza gitana y me siento muy afortunada de compartir con ellos muchas vivencias no sólo escolares, sino también familiares. Sería para mí una pesadilla tener que realizar mi labor docente en un pueblo lleno de racistas como Mancha Real. Podría explicar matemáticas y lengua, pero sería una contradicción tratar de que entendieran eso que dice la Constitución de que "todos tienen derecho a la educación", o "los españoles son iguales ante laley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza (. ..)", etcétera. Ya se están encargando de mutilarlos moral y socialmente esas familias de fanáticos energúmenos que, en su incultura, atentan contra los derechos del niño, que en uno de sus apartados contempla lo siguiente: "El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial ( ... )".
Quiero aclarar, por si alguien se lo ha preguntado, que yo también tengo hijos y jamás he creído que por ser payos sean superiores a ningún niño gitano. Lo importante es que ellos también lo consideran así.-
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