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Kaifu amenaza con disolver el Parlamento japonés si flaquea contra la corrupción

Juan Jesús Aznárez

El primer ministro japonés, Tosbiki Kaifu, aparentemente decidido a llevar adelante la reforma de un sistema electoral que facilita la corrupción y obliga al desembolso de grandes sumas de dinero para conseguir la victoria, ha amenazado con disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas si no se aprueban los proyectos promovidos por su Gabinete y ya rechazados por un comité parlamentario.

La advertencia de Kaifu fue lanzada la noche del lunes, después de que los barones que controlan su partido, el liberal, decidieran desestimar las reformas del jefe de Gobierno sin consultarle.Kaifu, que pretende reducir el número de diputados en la Cámara baja (de 512 a 471) e impulsar un sistema combinado de elección (300, con el método de escrutinio mayoritario y el resto en votación proporcional de las listas de partido), pidió ayer el apoyo del Ejecutivo y anunció la creación un organismo para negociar las reformas entre el Gobierno y la oposición. El objetivo fundamental de Toshiki Kaifu es controlar la financiación de las formaciones políticas mediante la asignación de partidas fijas a los partidos, y también recuperar la confianza de los japoneses en sus hombres públicos, seriamente dañada con el escándalo Recruit de ya hace dos años.

Conseguir un escaño bajo la ley electoral japonesa en vigor obliga a unos desembolsos millonarios por parte de los candidatos, que deben montar una costosa Infraestructura, contratar varios secretarios, alquilar locales y disponer de una partida para gastos suntuarios y regalos con los que ganarse a los electores de sus circunscripciones, donde además deberán competir con compañeros de partido. No pocos aspirantes a parlamentarios entran en complejos sistemas de financiación, juegan en la Bolsa, especulan o subordinan su futuro a interesados mecenas financieros.

Mostrar quién manda

Solchiro Tahara, comentarista político, interpreta la amenaza de Kaifu como una maniobra del primer ministro para de mostrar a sus contrincantes que "quien manda es él y situarse con ventaja" en la defensa de su candidatura durante las elecciones partidistas que comienzan el próximo día 19.El jefe de Gobierno, cuyo mandato al frente de los liberales finaliza este mes, prometió aplicar drásticas reformas cuando subió al poder hace dos años, en medio de un escándalo que apeó del puesto a dos miembros de su partido y descubrió la corrupción de hasta entonces respetados políticos.

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