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Nuevos combates en Croacia ponen en peligro el frágil alto el fuego

Los enfrentamientos resurgieron ayer con fuerza en la separatista Croacia, sometiendo a renovada tensión el frágil cese del fuego en Yugoslavia. En los choques registrados entre el sábado y el domingo murieron al menos seis personas y otras 80 resultaron heridas. Ambos bandos se acusan mutuamente por las violaciones del cese del fuego. El Ejército yugoslavo, por su parte, afirmó que Croacia violaba el pacto al mantener el bloqueo de los cuarteles dentro de su territorio.

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Los mandos del Ejército acantonado en Knin, una ciudad croata bajo control serbio, al norte del puerto adriático de Sibenik, dijeron que sus posiciones sobre la costa fueron atacadas con fuego de morteros por los nacionalistas croatas. El Ejército "no tolerará más las provocaciones y los ataques sobre las posiciones de sus unidades, y no se hará responsable de las consecuencias", dijeron los mandos, según ha informado la agencia de noticias Tanjug.Por su parte, los funcionarios croatas afirmaron que el cese del fuego se mantenía, a pesar de violentos enfrentamientos en Pakrac, una ciudad estratégica en el centro de Croacia, al sureste de Zagreb. "Podría ser mucho mejor, pero la tendencia es buena", señaló ayer a Reuter Mario Nobilo, asesor del presidente croata, Franjo Tudjman. El asesor dijo que algunos comandantes croatas, así como otros comandantes locales del Ejército yugoslavo y combatientes serbios, estaban fuera de control y violaban la tregua.

Simon Smits, jefe de uno de los cuerpos de vigilancia de la CE, también adjudicó las violaciones a "gente fuera de control". Smits afirmó que los dirigentes de Croacia, Serbia y los mandos del Ejército yugoslavo estaban comprometidos con el cese del fuego, pero que sería difícil someter a los incontrolados.

Entretanto, reiteradas salvas de cohetes y 200 proyectiles de mortero hicieron impacto en Nova Gradiska y en el vecino pueblo de Bjelovar se reanudaron los enfrentamientos en torno a un cuartel del Ejército sitiado por los nacionalistas. El fuego de morteros y de los carros de combate hizo impacto en un garaje y destruyó parte de un hospital, dejando un saldo de 32 heridos, según la radio croata.

La Cruz Roja Internacional informó el sábado pasado de que suspendía sus actividades en Croacia, tras ser ametrallado uno de sus convoyes que intentaba alcanzar un hospital de Pakrac. En el incidente resultaron heridos tres miembros de la Cruz Roja de nacionalidad suiza.

Movilización en Serbia

El ministro de Defensa serbio, el general Tomislav Simovic, anunció ayer la movilización parcial en esta república, donde hasta el momento se ha llamado a filas a sólo un 10% de los reservistas. Todavía no se han dado las condiciones para la movilización general (es decir, el estado de guerra), según el ministro, enfrentado con la creciente deserción y la inconformidad de los soldados por el desorden en el Ejército y la imposibilidad de entender los objetivos bélicos.

Los abogados señalan que las movilizaciones anunciadas son ilegales. Sólo la presidencia colectiva puede ordenarlas, y ésta no funciona. El reservista Miroslav Milenkovic se suicidó. Su comandante le dijo que tenía que decidir si quería unirse a los soldados traidores o defender exclusivamente la causa serbia.

Vreme, el semanal independiente y liberal, publicó ayer una noticia en exclusiva: la grabación de la conversación entre el presidente serbio, Slobodan Milosevic, y su aliado en Bosma-Herzegovina, Radovac Karadzic, dirigente del Partido Democrático Serbio. "No te preocupes", dijo Milosevic; "mientras exista el Ejército, nadie nos puede hacer nada". Pidiendo consejo sobre las órdenes a dar al Ejército, Karadzic exigió instrucciones acerca de los bombardeos. "Hoy no conviene el uso de la aviación", dijo Milosevic; "hay una reunión de la Comunidad Europea".

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