Xabier Arzalluz afirma durante la fiesta del PNV que Euskadi es la "única patria" de los vascos

"No nos echaremos al monte, nunca empuñaremos las armas, pero nuestra única patria es Euskadi". Éste fue el principal mensaje de Xabier Arzalluz, presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), durante su discurso en el Alderdi Eguna. La fiesta anual de¡ partido congregó ayer en las afueras de Vitoria a decenas de miles de personas bajo un fuerte temporal de viento y agua. El lehendakari, José Antonio Ardanza, dedicó su intervención a justificar la ruptura M Gobierno tripartito nacionalista. Sus explicaciones fueron acogidas con frialdad por la multitud.

La concentración en las campas del antiguo aeródromo de Vitoria, convocada este año bajo el lema Europa irabazi (Ganar Europa), vio reducida al mínimo su parte festiva. Gran parte de los asistentes tuvieron que comer en los autobuses. El viento frío y la lluvia, constantes desde el mediodía, arruinaron la jornada campestre. Pero la mayoría aguantó a pie firme hasta el último gora Euskadi askatuta (viva Euskadi libre) de Arzalluz, encargado de cerrar el acto central.El presidente del PNV apenas hizo referencia a la ruptura del Ejecutivo nacionalista y al nuevo Gobierno con partcipación socialista, aunque citó al conde castellano Fernán González (1as heridas de hoy os harán olvidar las de la batalla anterior") para invitar a sus seguidores a no inquietarse por las críticas.

Los acontecimientos del centro y el Este de Europa han dejado dos consecuencias básicas, según el presidente peneuvista, Ha cobrado carta de naturaleza el derecho de autodeterminación, después de la reunificación alemana, y tras la crisis yugoslava se ha consagrado el rechazo a la fuerza, "también la de la Constitución española", subrayó, como instrumento para imponer cualquier solución territorial.

Arzalluz agregó entonces: "No nos echaremos al monte, nunca empuñaremos las armas, pero nuestra única patria es Euskadi, y si esperan domesticarnos que no se llamen a engaño. O nos toman como somos o nos dejan". El presidente del PNV criticó tanto al presidente de Extremadura, el- socialista Juan Carlos Rodríguez lbarra, y a los andalucistas, como a HB y la coordinadora KAS.

Los primeros, dijo, caen en la ruindad cuando niegan a otros intrumentos políticos como el concierto económico que ellos no podrían tener "porque caerían en la ruina". A los segundos, Arzalluz les retó a que expliquen qué independencia quieren y cuándo y cómo conseguirla. "¿Quieren un Estado vasco dirigido por ETA?", se preguntó. "¿Quieren que no haya policía vasca hasta que venga la suya?", apostilló.

"Romería" independentista

[El parlamentario de Herri Batasuna Iñaki Ruiz de Pinedo respondió por la tarde al presidente peneuvista que el discurso de Arzalluz "es el mensaje que cada año saca del baul de los recuerdos para volverlo a esconder y olvidarlo en su práctica política del resto del año, según informa Efe].

El lehendakari había pronunciando antes un discurso más formal, dedicado a justificar ante las bases la ruptura del pacto de Gobierno nacionalista y la expulsión del Ejecutivo de Eusko Alkartasuna (EA). Sus explicaciones fueron recibidas sin ningún entusiasmo. El lehendakari calificó de "romería" el ir "de pueblo en pueblo pidiendo la independencia" y dijo: "No es ese nuestro nacionalismo".

Ardanza lanzó un duro ataque contra su antecesor y hoy presidente de EA, Carlos Garaikoetxea. "Sabe cuántas deudas tiene él mismo pendientes con la historia", dijo, "y cuántas y cuán graves responsabilidades contraídas con este pueblo y este partido". El lehenda kari calificó luego de "mentira' la interpretación de que un partido nacionalista ha excluido del Gobierno a otro por actuar de forma consecuente y explicó la crisis por el incumplimiento de la palabra dada por parte de los responsables de EA.

El lehendakari subrayó las "urgencias perentorias" del País Vasco y el hecho de que la conciencia nacionalista no es homogénea ni universal. En torno a estas dos ideas, argumentó el camino propio del PNV, "que conduce, paso -a paso, hacia el ejercicio de nuestra plena libertad como nación" en "una Europa que no es la Europa que se derrumba, sino la Europa que se construye". Según José Antonio Ardanza "los Estados pasarán, las fronteras caerán, pero los pueblos seguirán".