La lenta elaboración del censo impide fijar la fecha del referéndum del Sáhara

Debido al retraso en la preparación del censo, las Naciones Unidas no han sido todavía capaces de fijar fecha para la celebración del referéndum sobre la autodeterminación del Sáhara Occidental. El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar y el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, se reunieron en la noche del jueves en Nueva York para analizar la situación en la ex colonia española.

Fernández Ordóñez informó al término de la reunión que el proceso se había acelerado en las últimas semanas, pero que todavía no se puede asegurar que se cumpla el compromiso que exige celebrar el referéndum 22 semanas después del alto el fuego, que entró en vigor el pasado 6 de septiembre.El ministro declaró que, aunque todavía quedan obstáculos por resolver, el secretario general está más optimista porque "el alto el fuego se está respetando y unos 200 observadores están trabajando sobre el terreno en el Sáhara".

Fuentes de Naciones Unidas esperan que la próxima llegada a Nueva York del rey Hassan II, actualmente de visita en Estados Unidos -el jueves asistió a una cena de gala invitado por el presidente George Bush-, sirva para desbloquear los problemas aún pendientes. Hasta hace apenas un mes la ONU era muy pesimista sobre la celebración del referéndum.

Las principales dificultades están relacionadas con la elaboración del censo de votantes. Al antiguo censo español, en el que estaban registrados 74.000 saharauis, el Gobierno de Marruecos añadió casi 50.000 ciudadanos con derecho al voto, lo que ha sido criticado por los saharauis como una grave irregularidad en el proceso. Actualmente, una comisión de identificación trata de ajustar esas cifras para que puedan ser aceptadas por ambas partes. El nomadismo de la población saharaui y las condiciones de guerra en las que ha vivido la región en los últimos años hacen muy dificil la elaboración de un censo preciso. Fernández Ordóñez ofreció a Pérez de Cuéllar todo tipo de asistencia que España pueda prestar para evitar que el proceso se vea obstaculizado, fundamentalmente ayuda de índole técnica. El Gobierno español ha contribuido hasta ahora con siete millones de dólares a la misión de la ONU.