El jefe de la policía de Fuenlabrada, acusado de encubrir a unos traficantes

José Manuel Rodríguez Martín, de 34 años, jefe de la Policía Municipal de Fuenlabrada, fue detenido el pasado jueves por el Cuerpo Nacional de Policía bajo la acusación de haber encubierto un negocio de drogas. Tras su detención pasó 24 horas en los calabozos, hasta que el juez decretó su puesta en libertad después de depositar una fianza de medio millón de pesetas. Rodríguez Martín es uno de los dos jefes de la policía local de Fuenlabrada, una ciudad de 136.000 habitantes situada al sur de la capital. Su alcalde, el socialista José Quintana, le ha tenido que relevar del servicio sólo 60 días después de haber depositado en él su confianza como jefe policial.

En el origen de este caso se encuentra el club de alterne Tativel, presuntamente utilizado como centro de distribución de droga en localidades de la zona sur de Madrid.La dueña del local, Rosa María Aláez, de 32 años, mantenía relaciones con el policía, y la acusación que pesa contra éste consiste principalmente en que encubrió sus actividades delictivas y dificultó las investigaciones. Concretamente, los delitos imputados al agente son prevaricación y obstrucción de la justicia.

El Cuerpo Nacional de Policía efectuó el martes pasado una redada en el club Tativel (véase EL PAÍS del miércoles 25) en la que fueron detenidos cinco presuntos traficantes de drogas, entre ellos la dueña, el matrimonio encargado del local y dos vecinos de Getafe.

Los policías se incautaron de un kilo de heroína, 100 gramos de cocaína y un revólver. En teoría, se decretó a continuación el cierre del local, pero el club continuó funcionando.

Las indagaciones de varios medios periodísticos efectuadas consecuentemente y, los intentos de confirmación de algunas sospechas culminaron ayer con una conferencia de prensa del alcalde, después de que la emisora Onda Madrid anticipase algunos datos a primeras horas de la mañana.

El club Tativel era vigilado desde el mes de agosto por los funcionarios de policía de Getafe (ciudad de 1,37.000 habitantes, al noreste de Fuenlabrada), que investigaban la distribución de droga a los camellos que actúan en las localidades del sur de Madrid.

Estos policías intervinieron en conexión con la comisaría de Alicante, de donde se supone que procedían los estupefacientes.

Al conocerse la detención del jefe policial., tanto el equipo de gobierno municipal como el alcalde de Fuenlabrada quedaron sorprendidos por la trascendencia de los hechos: uina de las dos personas en las que habían depositado su confianza para dirigir el departamento de seguridad estaba envuelta en un asunto sucio y turbulento".

"Estoy tranquilo"

Al instante se abrió el expediente sancionador por esta falta grave y se le separaba del servicio.

Según el alcalde, el socialista José Quintana, "será el juez quien determine si es responsable de los delitos que se le imputan". Para el primer edil, aunque el panorama es negro, en principio le ha dado algo de esperanza el hecho de que, a diferencia del resto de los detenidos, José Manuel Rodríguez fuera puesto en libertad a las pocas horas.

Ayer por la mañana José Manuel Rodríguez se encontraba en el Ayuntamiento, y aunque no esquivó a la prensa, no se prestó a realizar declaraciones. Tan sólo manifestó: "Estoy tranquilo, todo se encuentra en manos de los jueces".

Todos los agentes locales consultados por este periódico aseguraron ayer que están convencidos de la inocencia de José Manuel Rodríguez.

Uno de sus compañeros afirma con rotundidad que está claro que "él no está involucrado en ningún negocio de drogas".

José Manuel Rodríguez está casado, reside en Madrid y pertenece a la Policía Local desde 1982.

Hace dos años aprobó la plaza de sargento en un concurso de oposición, hasta que en junio de este año fue nombrado suboficial del departamento de Policía Local de Fuenlabrada.

Por su parte, la coalición Izquierda Unida de Fuenlabrada ha emitido un comunicado donde condena la actuación del jefe de policía.

Esta coalición la califica como "grave atentado social por la deslealtad que supone para con los ciudadanos".

Según el portavoz de Izquierda Unida, es necesaria una depuración rigurosa de responsabilidades que ejemplaricen la ética de los trabajadores que están al servicio de los ciudadanos.

Asimismo, la Unión General de Trabajadores (UGT) señaló en una nota que lamenta lo acontecido, y añadía que ello no afecta directamente a la policía como cuerpo, al tratarse de un caso individual.