"Hay que homogeneizar el español"
Un edificio del siglo XVI, el colegio del Rey, en Alcalá de Henares, donde estudiaron Juan de Austria, Antonio Pérez (secretario de Felipe II) o escritores como Quevedo, es ya la sede del Instituto Cervantes. Ayer, Nicolás Sánchez-Albornoz, flamante director del centro, visitó sus instalaciones. "Alcalá es la cuna de Cervantes, y el instituto tiene que estar situado en un centro de comunicaciones óptimo con el extranjero".
Pregunta. ¿Cuáles son las prioridades que se plantea como director del Instituto Cervantes?
Respuesta. La primera tarea es la de reacondicionar los centros que nos han sido transferidos. Hay países donde hay dos o tres centros en la misma ciudad lo cual no tiene demasiado sentido. Una vez superada esta etapa podremos entrar en la de crear nuevos centros del Instituto Cervantes en lugares que ahora no hay y que son importantes, por ejemplo, en Nueva York. Una de las ciudades más importantes y con mayor demanda de español y en la que parece extraño que no haya un Instituto Cervantes. ¿Y también por qué no establecer otra sede en Moscú? Otro país donde me sorprende que no haya un centro es en Japón. Tokio es un enclave crucial para la enseñanza del español en un momento en que se piensa en intensificar las relaciones económicas y comerciales con Japón.
P. O sea, primero reestructurar los 40 centros adscritos al Instituto Cervantes en todo el mundo y luego ampliarlos.
R. El Gobierno elaboró una ley, en julio por la cual se transfieren todos los centros que España tenía en el exterior, la mayoría bajo la jurisdicción del Ministerio de Asuntos Exteriores, pero también había algunos centros del Ministerio de Educación y otros del Ministerio de Trabajo, del Instituto de Emigración, que no eran centros educativos ni tampoco culturales, eran centros de acogida de emigrantes y naturalmente lo que tenemos que hacer es unificar las actividades y los programas, unificar el tipo de enseñanza porque algunos cubren sólo una enseñanza elemental pero el programa del Instituto Cervantes cubre diversos grados: elemental, medio y superior; en otros casos el edificio no es suficientemente amplio... Hay que homogeneizar el español.
P. ¿Cómo será ese trabajo?
R. Cuando hablo de reestructurar centros no pienso en reforma de edificios o en reestructurar plantillas sino en estructurar programas y conseguir que en en esos centros se expidan certificados de diverso nivel y además de valor equivalente, de tal manera que una persona que ha obtenido un título de español elemental en Marruecos, por ejemplo, y quiere seguir en París el grado intermedio que se le reconozca inmediatamente. Tiene que ser un grado muy homogéneo. Tampoco me hago la ilusión de que el año que viene ya tengamos esto resuelto pero el martes nombramos a un director académico, Martín Peris, hasta ahora director de la escuela de Idiomas de Barcelona y con él diseñaremos este programa.
P. La ley de creación del instituto otorga a esta entidad dos créditos extraordinarios de 311 millones de pesetas y 1.923, respectivamente, ¿cuenta con ellos?
R. El crédito extraordinario me da la impresión que no lo vamos a tener para este año y se acumula para el que viene. Lo que disponemos para terminar el año son 1.400 millones. Hasta finales de este mes no sabremos cuál será el presupuesto para el próximo año. Las cifras han ido variando pero yo creo que contaremos entre 4.500 y 5.000 millones de pesetas.
P. ¿Con cuánto personal empieza a andar el Instituto Cervantes?
R. Una cosa es el profesorado de los centros, que todavía no he tenido tiempo de ver cuántos son. De momento son los que había antes.
P. El tema del profesorado ¿le preocupa?
R. Hay que estudiarlo. Aquí se plantean diversos problemas. Hay mucho profesor reclutado localmente y en algunos centros pequeños hay personal no titulado y algunos no son españoles nativos. Tendremos que experimentar un proceso de transformación para incrementar el número de profesores hispanohablantes y aumentar las titulaciones para que sea un equipo más profesional.
P. ¿Tiene perfilado ya su equipo de colaboradores?
R. De momento cuento con Juan Gimeno, que será el secretario general; con Natalia Salmones, directora de gabinete; tenemos un jefe de prensa, Ezequiel Méndez; Martín Peris, el director académico o sea que ya podemos echar a andar.
Otras lenguas del Estado
P. Cuando el Parlamento aprobó la creación del Instituto Cervantes se excluyó de la ley la enseñanza del catalán, del vascuence o del gallego.
R. El criterio que espero seguir es que dada la gran demanda en el mundo del español procuraremos ir a aquellos lugares donde esa demanda exista. Si aplicamos esa misma regla, en aquellos lugares donde exista una fuerte demanda por algunas de estas lenguas: catalán, vascuence o gallego, ahí no veo inconveniente en que se ofrezcan cursos en esas lenguas. Siempre y cuando se justifique por el alumnado, por las necesidades.
P. Para el cargo que usted ocupa se había, barajado el nombre de Fernando Morán, que no aceptó porque al no tener rango de secretario de Estado, esto restaría autonomía a su gestión. ¿Comparte su opinión?
R. He leído la ley. He tenido presente el reglamento que se ha aprobado por parte del Consejo de Administración y yo veo -he consultado incluso con personas que conocen la Administración- y la impresión que tengo es que la ley y el reglamento tratan al Instituto Cervantes en unas condiciones privilegiadas. Esto en cuanto a la autonomía, por otro lado es un ente público que tiene capacidad de retener para sí las donaciones, los beneficios que haga sin tener que ingresarlas en las arcas del Estado. O sea que tiene una autonomía financiera. Los empleados del instituto no son funcionarios públicos, se rigen por contratos laborales y eso da libertad, dota al Instituto de aútonomía.
P. En su declaración de intenciones usted ha hablado de generar recursos para el instituto.
R. Naturalmente. Recursos que se generarán editando métodos de enseñanza, libros de enseñanza, vídeos, películas; todo esto abre un campo económico y la ley prevé que estos recursos entren en nuestros presupuestos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.