Bayer advierte que las tasas ecológicas amenazan su rentabilidad

El presidente del consejo de dirección de la empresa Bayer -multinacional alemana de productos químicos y farmacéuticos-, Herman J. Strenger, ha declarado que si se aplican los proyectos de nuevas tasas ecológicas en discusión en la República Federal de Alemania, la rentabilidad de la empresa se verá seriamente comprometida. "No queremos amenazar con desplazar puestos de trabajo a otros países, pero nos sentimos arrinconados", dijo Strenger en un foro sobre medioambiente organizado en la sede de Leverkusen (Alemania).Strenger afirma que, debido al incremento de los costes ecológicos, los productos de Bayer perderán competitividad frente a las empresas radicadas en países con una legislación más laxa, y asegura que las nuevas tasas y los costes adicionales de producción que la legislación medioambiental comportará pueden llegar a absorber la totalidad de los beneficios de la planta alemana.

"Si se aplican los parámetros en discusión, a finales de esta década tendríamos que soportar unos costes adicionales del orden de 1.000 millones de marcos [62.000 millones de pesetas]. Este importe coincide casi exactamente con el del beneficio después de impuestos que obtuvimos en Bayer AG en el último ejercicio", afirmó Strenger.

El presidente de Bayer pidió al Gobierno alemán que no endurezca la legislación nacional sin haber logrado previamente un consenso para "su aplicación simultánea en todos los países industrializados o, por lo menos, en los de la CU. En estos momentos ya están en vigor en Alemania diferentes impuestos para hacer frente a los costes del saneamiento ambiental. Pero está previsto, dentro del criterio de que "quien contamina paga", el incremento de su cuantía, especialmente en la de consumo de agua, y la aplicación de nuevas tasas, entre ellas una por la producción de residuos y otra por la emisión de dióxido de carbono (C02).

Sólo en el complejo de Leverkusen, que suma más de 600 edificios industriales, Bayer consume tanta energía y tanta agua como toda la vecina ciudad de Colonia, que tiene un millón de habitantes, y produce 900.000 toneladas de residuos anuales.