EE UU decide intervenir en el conflicto de Yugoslavia a través de la Alianza Atlántica
ENVIADOS ESPECIALESEstados Unidos dio ayer un vuelco a la crisis de Yugoslavia al decidir intervenir y cooperar en el envío de fuerzas de paz a través de la OTAN. "La UEO carece de estructura militar y fuerzas propias", explicaron fuentes de la Alianza Atlántica, que hoy celebrará en Bruselas una reunión extraordinaria para debatir el tema. El cambio de actitud norteamericana se produce cuando la Comunidad Europea (CE), a propuesta de Francia y Alemania, parecía decidida a solicitar un apoyo de¡ Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para enviar fuerzas de paz a Yugoslavia, cuya coordinación estaría encomendada a la Unión Europea Occidental (UEO), que ayer demostró seguir siendo una entidad poco resolutiva.
Las reticencias norteamericanas ante un posible precedente de una política común de defensa de la CE no se vio justificada por los hechos. La esperada reunión de ministros de Exteriores de los Doce celebrada en La Haya se saldó con un simple encargo a la UEO, la única organización militar exclusivamente europea, para que "explore las vías en las que las actividades de los observadores comunitarios podrían ser reforzadas para una más eficaz contribución al mantenimiento de la paz". El posible envío de una fuerza de paz fue rechazado por el Reino Unido y la neutral Irlanda.Inmediatamente después, los mismos ministros, esta vez reforzados por sus colegas de Defensa, resolvieron fácilmente el trámite. Se creará un grupo de trabajo, que se reunirá el próximo día 23 en Bonn y que "en el plazo de dos semanas espera tener ultimado un estudio sobre el apoyo logístico a prestar a los observadores comunitarios desplazados a Yugoslavia", según explicó el ministro español de Defensa, Julián García Vargas.
"Había que evitar verse involucrados en el conflicto", declaró un alto representante de la Comisión Europea. El ministro británico de Exteriores, Douglas Hurd, ilustró mejor las causas de la indecisión comunitaria y puso como ejemplo su propia experiencia en Irlanda del Norte. "Es más difícil saciar las tropas que enviarlas", dijo.
Esta argumentación bastó para disipar un primer borrador de consenso en el que se contemplaba el envío de "una fuerza para el mantenimiento de la paz", siempre que las partes estuvieran de acuerdo, el alto el fuego fuese efectivo y no implicara intervención militar de carácter coercitivo.
Francisco Fernández Ordóñez ofreció una, versión más optimista. "La fuerza de paz no ha sido aprobada, pero tampoco excluida", afirmó. Quienes no estaban para muchas declaraciones eran el alemán Hans Dietrich Genscher y el francés Roland Dumas, que no tuvieron éxito en su intento coordinado de hacer prosperar la propuesta conjunta franco-alemana. El acuerdo de los presidentes Kohl y Mitterrand para obtener un mandato de la ONU que diera respaldo jurídico al envío de una fuerza de intermediación en Yugoslavia suponía incluir la acción de la CE en la lógica de legitimación que se utilizó con Irak. Representaba también un intento de vencer las resistencias del Reino Unido a cualquier tipo de intervención, en las que le respaldaban Dinamarca, Grecia y Portugal, país este último condicionado por las elecciones del 6 de octubre.
Holanda, España, Italia, Luxemburgo y Bélgica apoyaban la tesis de intermediación, cuyo debate queda ahora postergado a la cumbre extraordinaria de la CE en La Haya el próximo 11 de octubre. Pero ese día los problemas de la construcción europea obligarán quizá a los Doce a olvidar de nuevo a Yugoslavia.
Evitar reticencias
Ante la presión francesa, la declaración final recoge la necesidad de "buscar el apoyo de las naciones de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa y, a través del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, de toda la comunidad internacional". Ese apoyo está ahora supeditado a un estudio técnico de la UEO que, para evitar las reticencias norteamericanas, será consultado con la OTAN.
El Consejo Atlántico celebrará hoy en Bruselas una reunión extraordinaria a petición de Estados Unidos, que hasta ahora se había mantenido voluntariamente al margen del conflicto yugoslavo. La presidencia holandesa de la Comunidad Europea y la alemana de la Unión Europea Occidental informarán de los magros acuerdos. Inicialmente estaba previsto analizar "la ayuda y cooperación en el posible envío de fuerzas a Yugoslavia", según confirmaron fuentes de la Alianza, para quienes "la OTAN es la única organización aliada que cuenta con capacidad operativa y experiencia". Según un portavoz de la delegación española, "la reunión será consultiva en base al artículo 4 del Tratado Atlántico, igual que las que se realizaron durante el conflicto del Golfo".
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