González confía en Fraga para que convenza al PP de la necesidad del pacto autonómico
Quedó pendiente la posibilidad de transferir Educación y los servicios del Insalud, destacándose las grandes dificultades que ello entrañará. El mes de octubre es la fecha que se fijó el miércoles para comenzar en firme las negociaciones entre el Gobierno y las fuerzas políticas con vistas a conseguir el pacto autonómico, para el que se considera imprescindible el concurso del Partido Popular, según destacó en dicha reunión el secretario general socialista, Felipe González.El líder del PSOE destacó las dificultades que había para llegar a acuerdos con ese partido, pero se basó en su reciente conversación con el fundador del Partido Popular, Manuel Fraga, para creer que era posible el pacto si en la presidencia del Partido Popular se escuchaban los criterios de Fraga. Asistentes a la reunión afirman que González citó "el sentido común" del presidente de la Xunta de Galicia.
Críticas a Pujol
El presidente del Gobierno, en el curso de su intervención política, hizo una mención crítica, según informan diferentes asistentes, a algunas actitudes del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al que hizo responsable del comienzo de la polémica, hace dos años, sobre la autodeterminación y recientemente de la independencia. Los mismos interlocutores señalan que González destacó la habilidad de Pujol para después retirarse de la polémica y quedar como "un hombre de Estado".
Estos portavoces añaden que en esa reunión socialista se bromeó señalando que "cada 11 de septiembre [Diada de Catalunya] se recordará cómo está Lituania". Esta ironía coincide con las declaraciones del primer secretario de los socialistas catalanes (PSC-PSOE), Raimon Obiols, al manifestar abiertamente que si se habla de federalismo "se puede pensar en Canadá, pero no en Lituania".
En el terreno concreto de lo que puede ser el pacto autonómico, se asegura que hubo un amplio consenso respecto a lo innecesario "en principio" de modificar los estatutos de autonomía, al ser más sencilla la fórmula de la delegación de competencias por ley orgánica, ya que, con el acuerdo previo de los partidos, él Consejo de Ministros no tiene más que aprobar leyes y después que las Cortes ratifiquen esa delegación de competencias.
Los socialistas arguyen igualmente que la reforma de los estatutos también demoraría el pacto autonómico porque llevaría consigo una discusión política en cada comunidad autónoma antes de que llegara a las Cortes.
No obstante, un miembro de la ejecutiva del PSOE afirmó que el asunto no está cerrado definitivamente. "Se puede ir a la vía de la delegación de competencias autonómicas, pero sin excluir la reforma de los estatutos y añadir además los mecanismos de cooperación a través de las comisiones de transferencias".
En dicha reunión, el ministro para las Administraciones Públicas, Juan Manuel Eguiagaray, enumeró las 33 competencias que en el final del proceso habrán de tener las comunidades de vía lenta, especificando las notables diferencias entre unas y otras. Algunas comunidades autónomas tienen ya muchas de esas 33 competencias, mientras que en otras ni siquiera figuran en sus actuales estatutos de Autonomía.
En esa reunión se registró un amplio debate sobre las dificultades que entraña el traspaso a estas comunidades de las competencias de Educación y Sanidad.
Debate descentralizador
En Educación se recordó que primero habría que esperar a que se pusiera en marcha la reforma educativa que contiene a Ley de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), al tiempo que se suscitó un debate sobre si esa descentralización de la educación significará de hecho una mayor calidad en la enseñanza que la que ahora se ofrece desde la Administración central. Asimismo, en Sanidad se especificó que la transferencia del Insalud es complicada técnicamente al tener este organismo un presupuesto abierto. No hubo conclusiones, según las mismas fuentes.
La reunión había comenzado con la intervención del vicesecretario general socialista, Alfonso Guerra, que se trasladó a la sede federal del PSOE directamente desde el aeropuerto de Barajas procedente de Moscú.
Alfonso Guerra, al parecer, señaló que en estos momentos parecía desterrado el peligro de un nuevo golpe de Estado, aunque se manifestó muy pesimista respecto a la situación económica de ese país y sus salidas inmediatas.
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