El PNV y los socialistas, dispuestos a flexibilizar sus posturas para formar un nuevo Gobierno vasco

El PNV y el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) están dispuestos a flexibilizar sus respectivas posturas para permitir una nueva mayoría de Gobierno en el País Vasco e impedir que se frustre la negociación entre ambas formaciones como hace ocho meses. El PNV no tiene, en principio, inconveniente en suavizar sus postulados nacionalistas recogidos en el actual pacto para conseguir la entrada de los socialistas en el Ejecutivo. El secretario de organización del PSOE, Txiki Benegas, declaró ayer: "Fexibilizaremos nuestras posiciones, y esperemos que el PNV y el lehendakari hagan lo mismo; si no, estaremos ante una crisis, ya que se habrán agotado todas las fórmulas para un Gobierno estable". Horas después de que Benegas hiciese estas afirmaciones, el léhendakari, José Antonio Ardanza, y el secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, se entrevistaban en Ajuria Enea.

Benegas señaló en la mañana de ayer en los pasillos del Congreso que, por el momento, los socialistas vascos no habían recibido ninguna oferta concreta de Ardanza, pero agregó: "Estamos con espíritu de cooperar a resolver la crisis", informa Efe. El número tres del PSOE indicó que si se quiere resolver la situación "ya conocernos los obstáculos de la anterior negociación", por lo que consideró que "reincidir en los mismos sería dificultar la posibilidad ele resolver el problema".Ramón Jáuregui expresó al lehendakari durante su entrevista su disposición a colaborar en la recuperación de un Gobierno fuerte, estable y capaz de afrontar los problemas de Euskadi. "La única manera de conseguir estos objetivos es con el Partido Socialista de Euskadi", añadió.

La incorporacion del PSE al Gobierno vasco significaría, según Jáuregui, recuperar los valores de moderación que caracterizaron la anterior legislatura y que, en su opinión, se habían perdido con el Ejecutivo nacionalista.

El secretario general del PSE recalcó que "se equivoca" quien piense que su partido se limitaría, si entra en el Gabinete de Ardanza, a sustituir las tres carteras dejadas vacantes por los consejeros de EA.

[El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, manifestó ayer en Moscú que lo importante en este caso es, sobre todo, la estabilidad de las instituciones. Guerra agregó que para los socialistas es indispensable que el nuevo Ejecutivo tenga "una programación clara, neta sobre los grandes problernas del País Vasco", informa Rodrigo Fernández].

"No marear la perdiz"

De su lado, un dirigente peneuvista señaló a este periódico que la condición de estabilidad formulada por el lehendakari al anunciar la. ruptura de su Ejecutivo "sólo es posible con los socialistas, piaes lo otro sería muy arriesgado e ¡lógico". Elegido el tercer socio, el escollo a vencer sería consensuar un "prograrna de objetivos prioritarios mínimos asumible por ambas partes" con un límile temporal: el debate sobre política general previsto para el próximo día 27.

Fuentes peneuvistas admitieron "haberse equivocado con la apuesta de¡ tripartito nacionalista". Para Llevar a buen puerto la negociación, el PNV está dispuesto a consensuar un programa de mínImos Iejos de declaraciones ideológicas. Nos importa la acciones concretas que pueda desarrollar el Ejecutivo de Ardanza en lo que queda de legislatura. No vamos a marcar la perdiz, así que habra que buscar las confluencias", según las mismas fuentes.

A juicio del citado nacionalista, la clave en la negociación con los socialistas no hay que buscarla únicamente en el panorama vasco: "Ambos partidos tenemos intereses recíprocos. Por un lado, González quiere recomponer el consenso del denominado bloque constitucional. Por otro, está todo el tema del pacto autonómico y el nuevo marco de competencias para Euskadi".

Mientras, el presidente de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, responsabilizó al lehendakari de haber utilizado un mero pretexto para excluir a su partido del Gobierno vasco. El líder de EA interpretó que éste es el fin de una maniobra deliberada que se inició con los pactos municipales con los socialistas y con los acuerdos con HB para cambiar el trazado de la autovía de Leizaran. Unos hechos que, según Garalkoetxea, vulneran de forma más clara el acuerdo de Gobierno que las actuales mociones municipales apoyadas por su partido en favor de la autodeterminación de Euskadi.

Garaikoetxea lamentó que el lehendakari haya asumido la responsabilidad de ser un intrumento de la dirección de su partido, "en una maniobra sucia y artera y que sea responsable ante la historia de haber roto un Gobierno entre partidos nacionalistas".

Respecto a la influencia que pueda tener la crisis sobre el Pacto de Ajuria Enea, Garaikoetxea dijo que el PNV y el PSOE "han decidido suspenderlo. El pacto ha sido instrumental izado y se ha jugado con él de una manera escandalosa". EA señaló que si la próxima convocatoria de la Mesa de Ajuria Enea obedece a una mera "escenificación", se pensará mucho volver a sentarse en la misma.