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Interior localiza a seis redes de corrupción policial en otras tantas comunidades autónomas

La brigada de Régimen Interior de la Policía y miembros de servicio de información de la Guardia Civil investigan actualmente en seis comunidades (Madrid, Galicia, País Vasco, Canarias, Baleares y Andalucía) otras tantas redes de presunta corrupción de agentes, según fuentes de tales pesquisas. Una veintena larga de policías y guardias se hallan implicados en casos vinculados con narcotráfico, proxenetismo y falseamiento de documentos para facilitar la entrada o asentamiento de extranjeros, en su mayoría mujeres que acaban ejerciendo la prostitución en locales regentados o protegidos por agentes.

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Algunos de estas investigaciones aún no se han concretado en detenciones y otras tienen flecos pendientes.En Madrid, desde el pasado mayo la brigada anticorrupción -unidad creada y controlada por el subdirector operativo de la Policía, Agustín Linares-, investiga a un funcionario de baja por supuesta enfermedad, literalmente "desaparecido" según fuentes policiales. Este agente ha sido visto con un traficante de droga y extranjeros sobre los que pesan sospechas. Asimismo, según las mismas fuentes, en una operación de mayor calado, desde hace una semana se vigila a un funcionario con "cierto nivel" jerárquico en cuyo trabajo se han advertido anomalías relacionadas con la entrada o legalización de extranjeros. La pasada semana, se detuvo en Madrid a dos policías acusados de violar a una marroquí y de robos con intimidación a otros dos extranjeros.

Miembros de estalmisma brigada destacados en Bilbao investigan desde hace dos meses a policías con destino en el País Vasco que tienen, presuntamente, relación con narcotraficantes. También se realizan pesquisas sobre un posible foco de corrupción policial en Baleares, donde antes del verano fueron detenidos dos agentes por narcotráfico y otro por trata de blancas, según fuentes de la investigación.

Agentes destinados en Mallorca se quejan de que la brigada anticorrupción "no mete mano en las alturas del cuerpo, donde está el meollo del negocio". Estas fuentes agregan que existen notorios casos de corrupción de policías de Palma de Mallorca, algunos con un cierto nivel jerárquico, en relación con la prostltución, juego y narcotráfico. Estas fuentes indican que, cuando obtengan pruebas, acudirán a los juzgados por creer ineficaz la brigada anticorrupción. Miembros de la brigada anticorrupción emplazan a quien tenga sospechas a que se las comunique, aunque sea de modo anónimo, con el fin de que tales funcionarios sean investigados, y rechazan que eludan perseguir a los policías de mayor rango: "El problema es que cuanto más alto está el sospechoso, mejor sabe defenderse de nosotros. Y cuantitativamente, han de ser menos los casos de corrupción de comisarios porque son unos cientos frente a los miles de básicos del cuerpo."

Coletazos del 'caso Algeciras'

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En la comisaría de Algeciras (Cádiz), tras la desarticulación hace más de un año de sendas redes policiales relacionadas con la entrada ilegal en España de marroquíes y el narcotráfico, no se han vuelto a observar indicios delictivos, según funcionarios de la zona. Estas fuentes explican que la implantación de los visados privó a los funcionarios de toda discrecionalidad para conceder o no la entrada en el país.

No obstante, la brigada anticorrupción mantiene abierta una investigación sobre coletazos de la red policial que facilitaba la entrada ilegal. A raíz de la detención en Madrid en junio pasado de un marroquí presuntamente vinculado a esta trama, la brigada anticorrupción persigue la detención de otros paisanos, algunos de ellos marroquíes, que podrían testimoniar sobre la implicación de agentes de Algeciras que aún no han sido detenidos. Esta brigada, además, está realizando una labor de filtro sobre funcionarios que en el futuro pudieran ser destinados a labores de seguridad de la Expo 92.

En Canarias, fuentes de la brigada anticorrupción admiten que existen insistentes rumores sobre un alto volumen de corrupción, que en la práctica no se ven reflejados, aunque sí existen presuntas implicaciones de agentes en actividades delictivas como el proxenetismo o el narcotráfico. Antes del verano, fue detenido un inspector jefe de Las Palmas que supuestamente traficaba con droga. Un sindicalista relacionado con Canarias. asegura que persiste la situación de "corrupción galopante" de funcionarios de las islas -particularmente en las áreas de Las Palmas, Maspalomas y Lanzarote-, que denunció hace tres años a la Delegación del Gobierno y a la dirección de la Policía.

Esta mafia, según su versión, trabaja en la protección de narcotraficantes, a quienes cobra un impuesto revolucionario, y regenta prostíbulos donde trabajan menores y se vende droga. Algunos denunciantes consideran que se vieron perseguidos a raíz de aquello, amén de recibir amenazas de muerte de sus compañeros. Presuntos integrantes de esta trama han optado por la excedencia este año tras una reestructuración que pretendía evitar tales irregularidades. Funcionarios de la zona destacan el alto nivel de ingresos de sus ex compañeros. En la brigada anticorrupción reclaman que se les concreten tales indicios.

En Galicia, la brigada anticorrupción investiga en Vigo a policías que supuestamente protegían locales de alterne de un presunto proxeneta, Telmo Domínguez, detenido el pasado junio y cuyas identidades denunció éste. En Cataluña, la brigada anticorrupción ha investigado desde principio de año hasta mayo pasado una supuesta red de agentes vinculada al proxenetismo y, presumiblemente, la entrada ilegal de extranjeras. El centro de la red se presume en Barcelona. La brigada anticorrupción, tras dejar enfriar el ambiente, volverá sobre estos agentes el próximo mes de octubre.

Desaparición de cocaína

En Irún (Guipúzcoa) distan de haberse agotado las últimas ramificaciones de la red de policías corruptos -presuntamente vinculados al proxenetismo y al narcotráfico- que destapó el entonces jefe de este puesto, el comisario Mariano Baniandrés, hoy jefe provincial de Badajoz, según fuentes próximas al caso, bajo investigación judicial. Agentes destinados entonces en Irún aseguran que existían indicios de una corrupción de mayor envergadura en la zona que afectaba a "otros servicios" ajenos a la policía. También sigue pendiente el esclarecimiento de la presunta desaparición de 150 kilos de cocaína de un alijo aprehendido por la policía en Irún en 1988, caso cuya investigación reclamó el titular del juzgado número cinco de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón.

"Menos de lo que la gente cree, más de lo que nos gustaría"

Los sindicatos atribuyen la persistencia de la corrupción de agentes a la falta de voluntad para erradicarla. Responsables de la policía y de la Guardia Civil esgrimen las dificultades que entraña investigar a quienes tienen por profesión tal tarea y, sobre todo, hallar pruebas. También resaltan que sólo afectan a una ínfima minoría de un colectivo de 120.000 funcionarios.Un agente especializado en perseguir delitos de sus compañeros define así la situación: "Hay menos corrupción de lo que la gente cree, pero más de la que nos gustaría a nosotros. Pero lo cierto es que hay chorizos entre nosotros". Y se queja de que "los sindicatos no comunican lo que saben", hecho que las centrales atribuyen a desconfianza. En 1990, 10 policías fueron separados del servicio por cometer delitos. La brigada anticorrupción culminó 20 investigaciones, lo que supuso al menos sendas detenciones de agentes. Datos equivalentes no se han facilitado respecto de la Guardia Civil, cuyos agentes investigados no se agotan en la trama del País Vasco, según un fiscal.

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