De la tragedia al sainete
Fue una comedia atroz: ahora es un sainete desagradable. Shelagh Delaney la estrenó cuando tenía 19 años, en 1958, es decir, 10 años antes de la gran época de los Beatles, de los anticonceptivos, de ciertas independencias de los jóvenes respecto a sus padres y la sociedad. Puede ser que esta misma obra de una joven de la clase trabajadora contribuyera mucho a los cambios de la sociedad británica, con su libertad al hacer juicios de valor, las formas de relación de las generaciones entre sí, el amor interracial, la homosexualidad, la condición sexual de la mujer: la protagonista, Jo, representaba una forma de revolución. Que perdía, naturalmente, absorbida por su madre. La obra abrió paso a la generación de los jóvenes airados (angry).La vida es hoy relativamente otra. Quizá el adaptador, Fermín Cabal, y la directora, María Ruiz, hayan hecho bien en llevarla al caso privado, más que a la generalización de los problemas, porque éstos tienen ahora otro sentido; un poco más a reducir la tensión y convertirla cuando pueden en comicidad, como sucede en la pelea directa entre inadre e hijo. Puede contribuir también la personalidad de Beatriz Carvajal, a quien el público suele ver como actriz cómica: tienden a reírse de lo que haga. Defecto del público. Beatriz Carvajal y Paula Sebastián son dos excelentes actrices. La obra se basa en las escenas, en los diálogos entre las dos, entre sus dos graves y duras voces, y gusta verlas. Privada la comedia, sin embargo, del sentido de época y de irrupción social, son dos personas que parecen más bien antipáticas: dos mujeres que se odian y al mismo tiempo se protegen y se ayudan, rodeadas de unos hombres imposibles y agresivos. La directora es mujer, como la autora, y esto puede dar un sentido feininista actual a lo que entonces no lo tuvo, con la ventaja comercial de que satisfaga a un público femenino. Tampoco en el original el homosexual es una loca, ni el marido de la madre un anormal, ni el negro un sinvergüenza: es más bien una lucha social lo que se plantea.
Sabor a miel
De Shelagh Delitney. Versión de Fermín Cabal. Intérpretes: B. Carvajal, P. Sebastián, C. Lera, P. Telémaco, T. Gayo. Esceriografía y vestuario: Estudio Albahaca. Dirección: Manuel Gayo. Teatro Cómico. Madrid
Probablemente, adaptador y directora, si estaban obligados por algo a hacer esta obra, no tendrían más escapatoria que reducirla así. Los espectadores del sábado por la tarde gozaron del espectáculo, y sobre todo del enfrentamiento de las dos actrices.
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