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El Gobierno polaco se muestra desilusionado con la CE

PIOTR ADAMSKI El Gobierno polaco, desilusionado con los pocos progresos en el acercamiento a la Comunidad Europea (CE), está desarrollando una ofensiva diplomática para prevenir tensiones en sus relaciones con los nuevos Estados que van naciendo en la franja occidental de la URSS. Polonia ha anunciado el pronto establecimiento de plenas relaciones diplomáticas con Ucrania, su mayor vecino en el Este. En cambio, las relaciones con Lituania pasan por una fase delicada en un momento en que las autoridades de Vilna acusan a la minoría polaca de haber colaborado con el golpe de Moscú y disuelve sus autogobiernos locales.

El Gobierno polaco teme que, tras el fracaso del golpe de Estado en la URSS, toda la atención y ayuda occidentales vayan a parar a Moscú, mientras las necesidades de Varsovia queden sin atender. Estos temores parecen tener cierta confirmación en las dificultades con que tropiezan las negociaciones sobre la asociación de Polonia con la CE.

En un comunicado oficial el Gobierno polaco criticó la alta de progreso en estas negociaciones, que se encuentran estancadas a causa de la insistencia francesa en mantener las limitaciones de las exportaciones de productos agrícolas a la CE. Recordando las promesas de una mayor flexibilidad dadas a Polonia en los primeros momentos del golpe en Moscú, el Gobierno polaco afirma "estar desilusionado" y espera "que las decisiones económicas concretas estén de acuerdo con las declaraciones de buena vo1.untad". En un comunicado oficial, Varsovia insinúa que no continuará negociando si no, se amplía el mandato negociador de la Comisión Europea.

Varsovia trata de compensar sus dificultades en las relaciones con Europa occidental, emprendiendo una ofensiva en sus relaciones con sus nuevos vecinos del Este. Así, Polonia reconoció de hecho la independencia de Ucrania anunciando el pronto establecimiento de las relaciones diplomáticas con Kiev. Como mucho más delicadas se presentan las relaciones con Lituania. Varsovia trata de hacer la vista gorda ante las protestas de sus compatriotas residentes en Lituania por la disolución de autogobiernos locales en las zonas habitadas por polacos.

El motivo de la disolución fue según Vilna, la colaboración de los dirigentes de la minoría polaca con los golpistas de Moscú. La presión de la derecha en el Parlamento polaco obliga al Gobierno a poner en el centro de las negociaciones con la parte lituana sobre el establecimiento de plenas relaciones diplomáticas la situación de la minoría polaca.

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