"En el Tercer Mundo no hay otra teología posible que la de liberación"
El obispo, de Palencia, Nicolás Castellanos, ha revolucionado las conciencias de la jerarquía eclesiástica española realizando un gesto inhabitual hasta ahora: renunciar a dirigir la diócesis para marchar como misionero a Latinoamérica y dedicarse enteramente a los más necesitados. Esta decisión ha vuelto a convertirle en un obispo inusual, en un prelado convencido de que la teología de la liberación resulta la única posible en el Tercer Mundo.
JAVIER G. ESCUDERO, Nicolás Castellanos considera que su labor en Palencia ha concluido después de 13 años , por lo que ha obtenido de Juan Pablo II el permiso expreso de marchar a Bolivia como misionero. "Un obispo puede realizar su proyecto en cualquier diócesis en un máximo de 12 o 13 años. A partir de ese momento se repite, y, si se descuida, en poco tiempo está para que te cuiden más que para servir a los demás", afirma el prelado, convencido de que no deben nombrarse obispos mayores de 60 años.
La decisión de marchar como misionero al Tercer Mundo la ha tomado tras años de sopesar esa posibilidad. "Cada vez que recibía cartas de misioneros de África, Asia o América me preguntaba si esa llamada no iba dirigida a mí", afirma Castellanos tras señalar que en esos países de escasa renta económica es donde se encuentra la verdadera Iglesia de base. "En el Tercer Mundo no hay otra teología posible que la de liberación. Resulta la únicaque responde a las exigencias del Evangelio y a las necesidades sangrantes que se viven en esos países. Una teología que no ilumine el sentido de Dios y la verdad de los hombres resulta una teoría sin sentido y no es una verdadera teología", reflexiona en la biblioteca de su modesta casa de Palencia mientras llegan sin cesar llamadas de feligreses apenados por su próxima marcha de la diócesis.
Crítico y polémico
De esas tres áreas geográficas que componen el mundo de los desheredados, Castellanos ha elegido Latinoamérica porque afirma no tener ya edad para estar aprendiendo otro idioma que no sea el castellano. El obispo considera que aún se puede realizar una importante labor evangélica en los sectores marginados que hay en España. "Hay muchos sacerdotes y seglares que lo están haciendo, pero yo parto de la base de que los pobres del Tercer Mundo están aún más necesitados que los de aquí", señala con énfasis.
Este leonés de 56 años, hijo de agricultores, se ha caracterizado siempre por expresar libremente sus opiniones. Famosas fueron sus afirmaciones de que el Gobierno se había equivocado al enviar soldados españoles al golfo Pérsico durante el reciente conflicto bélico. Y aunque Nicolás Castellanos sabe que no siempre han gustado a sus superiores ese tipo de declaraciones, afirma no haber recibido ningún reproche por expresarse abiertamente y sin ambages.
Así, durante su labor en la diócesis de Palencia, Nicolás Castellanos ha denunciado en numerosas ocasiones la desigualdad social que sufre la provincia, y en diciembre pasado, durante el entierro de tres mineros muertos en un accidente laboral, arremetió contra la falta de seguridad en las minas y pidió a los organismos oficiales mayor sensibilidad para acometer la reconversión minera.
En línea con esa franqueza considera que Juan Pablo II debería ser más abierto y progresista en temas relacionados con el interior de la Iglesia. "Juan Pablo Il resulta verdaderamente audaz en sus consideraciones sobre asuntos sociales, pero en temas internos de la Iglesia no deja de ser conservador", dice Castellanos. A pesar de esta velada crítica, el obispo de Palencia cree que Juan Pablo II ha aceptado con alegría su renuncia al cargo.
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