Pujol se convierte en el segundo dirigente occidental que se reúne con Yeltsin tras el golpe en la URSS
JOSÉ ANTICH, ENVIADO ESPECIAL, El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se entrevistó ayer durante 35 minutos en la sede del Parlamento ruso con el presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin, a quien felicitó por su resuelta actuación ante el golpe de Estado del pasado 19 de agosto y le animó a proseguir con paso decidido hacia la democracia. La diplomacia paralela de Pujol se anotó así un éxito sin precedentes al lograr que el político internacional más de moda en estos momentos hiciesen hueco para recibirle. Pujol, que asiste en Moscú a un seminario económico, prometió regresar dentro de unos meses al frente de una delegación de empresarios.
Tras la entrevista, en la que estuvo presente el embajador de España en la URSS, José Cuenca Anaya, Pujol no podía ocultar su satisfacción por ser el primer político español y el segundo del mundo occidental que se entrevista con Yeltsin tras el golpe de Estado. Hasta ayer, el presidente ruso sólo había recibido al primer ministro británico, John Major.Ayer trascendió que Pujol conversó el pasado miércoles con el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, a quien avanzó la posibilidad de que la entrevista se produjera. Con el ministro comentó también la situación creada a raíz de sus últimas declaraciones en las que comparaba a Cataluña con Lituania.
Pujol transmitió al presidente de la Federación Rusa su voluntad de viajar nuevamente en los próximos meses a Moscú y hacerlo, en esa ocasión, al frente de una delegación empresarial catalana. Para ello, responsables de la Federación Rusa mantendrán en las próximas semanas contactos con los de la Generalitat para confeccionar una delegación empresarial que pueda ser útil a las necesidades actuales del país.
Pujol pidió a Yeltsin que transmitiera también su felicitación y la del pueblo catalán a Mijail Gorbachov. Durante la entrevista, Yeltsin puso interés en subrayar que su país y su gente, incluido el propio Gorbachov, han cambiado de una manera radical.
Similitud con la URSS
Pujol explicó al presidente ruso que los sucesos que se están produciendo en la URSS se siguen en España con un especial interés, porque a la trascendencia de los acontecimientos hay que añadir el hecho de que España sea también un Estado plurinacional, con diversidad de lenguas y culturas.
Pujol añadió que siempre había tenido mucha estima al líder ruso, "incluso cuando muchos políticos españoles no le tenían en cuenta", precisó.
Ambos políticos recordaron la visita del presidente ruso a Barcelona en mayo del pasado año -cuando sólo era diputado-, en la que éste ya le avanzó sus temores sobre un posible golpe de Estado. Yeltsin, quien estuvo en Barcelona invitado por la televisión autonómica TV-3, tuvo que prolongar su estancia seis días para ser operado de una hernia discal.
Este hecho, sumado a la habilidad de la diplomacia paralela del equipo de Pujol, que ya le ha reportado entrevistas notables, como la que mantuvo con el presidente de EE UU, George Bush, en febrero de 1990, ha sido clave para lograr que la reunión se celebrara.
Pujol se felicitó del buen momento que atraviesan los movimientos nacionalistas y discrepó de quienes son pesimistas sobre la viabilidad económica de las repúblicas bálticas. "Si Grecia es viable econórnicamente, también pueden serlo Estonia, Letonia y Lituania", dijo. "Sé que pasarán por un periodo traumático, pero no deben tener rniedo", añadió.
Es posible que Pujol mantenga hoy en Moscú una corta reunión con el presidente de Estonia, Arnold Rütel, al que se le espera en Moscú para participar en las sesiones del World Económic Forum, a las que Pujol también asiste.
El líder de los socialistas catalanes, Raimon Obiols, quien el miércoles se entrevistó también en Moscú con el ex ministro de Asuntos Exteriores, Edvard Shevardnadze, criticó ayer que Rujol haya utilizado para desplazarse a Moscú un avión privado y que se hospede en el hotel Metropol, uno de los más lujosos de la ciudad.
Pujol, a su vez, ironizó sobre la visita privada que Obiols realizó al mausoleo de Lenin, en, la plaza Roja: "Yo, que no he sentido nunca admiración por Lenin, visitaré, si tengo tiempo, la catedral de San Basilio [en la misma plaza, Roja], cuyo mensaje perdura ya desde hace 500 años, bastantes más que los 70 que ha durado el de Lenin".
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