La fluidez del regreso sorprendió a la Dirección General de Tráfico

La Operación Retorno de este año se recordará en la Dirección General de Tráfico (DGT) como la operación tranquilidad. La calma circulatoria no impidió, sin embargo, que se registraran dos accidentes mortales en la madrugada de ayer. En la N-VI (Madrid-La Coruña), a la altura de Las Rozas, un coche se salió de la carretera a las cinco de la mañana, resultando muerto el conductor. A las 6.45, en la N-400 (Toledo-Aranjuez), otro vehículo se salió de la calzada. Dos de los ocupantes murieron y un tercero resultó gravemente herido.

El final de la Operación Retorno se llevó a cabo con la normalidad circulatoria que ha sido la tónica desde el viernes. La DGT, que preveía para este fin de semana unos 400.000 desplazamientos de vehículos en las carreteras de la Comunidad, se encontró con sus pronósticos hechos añicos. El lento goteo de los que decidieron adelantar su vuelta para evitar las tradicionales retenciones favoreció el dispositivo de control desplegado en la región, con 900 agentes y 10 helicópteros. No se cortaron los accesos a la N-IV desde Orcasitas y Ciudad de los Ángeles y a la N-VI desde Pozuelo o la carretera de Mirasierra.

Hacia las nueve de la noche, tanto los accesos a Madrid como las calles de la ciudad presentaban un tráfico intenso, pero fluido. La carretera que presentaba mayor circulación era la N-VI, donde se habilitó un cuarto carril desde Torrelodones hasta Puerta de Hierro. En la N-III (MadridValencia) se permitió a los automovilistas utilizar el arcén como segundo carril desde el kilómetro 40 hasta el 20.