LA RONDA LA REGIÓN POR RUTAS Buitrago sigue en pie

VICENTE G. OLAYA Buitrago de Lozoya sigue en pie a pesar del lamentable estado de conservación de sus murallas, castillo e iglesia que recuerdan su pasado medieval. Amurallada y rodeada por las aguas del río Lozoya, esta población de la sierra norte madrileña es fiel testigo de épocas que no siempre jugaron a su favor. La falta de recursos económicos, el abandono y los desastres bélicos han llevado a que su patrimonio cultural presente un aspecto que, sin duda, no merece. No obstante, recorrerlo supone adentrarse en los senderos de la historia y de la naturaleza.

En 1536 un incendio destruye el alcázar. Doscientos años más tarde se derrumba el torreón romano que daba entrada al foso del castillo. Durante la invasión napoleónica los franceses arrasan la alcazaba, campos y viviendas. En 1936 las mejores obras pictóricas y escultóricas de la iglesia de Santa María desaparecen bajo las llamas de un incendio.

Sin embargo, una parte del histórico Buitrago sigue en pie. Las enormes murallas, que se levantan sobre las aguas del río, ciñen su casco antiguo. Construidas con fines defensivos, conservan aún el sabor de viejas batallas del medievo.

El castillo, adyacente a estos muros, y al que los vecinos llañan de doña Urraca, mantiene siete grandes torres y largos tramos de pared. Actualmente sólo se emplea como plaza de toros durante los festejos populares. La construcción es monumento histórico-artístico desde 1932.

A pocos metros de la fortaleza se encuentra la iglesia de Santa María del Castillo, un bello ejemplo de gótico de transición. Levantada en el siglo XIV, mezcla elementos mudéjares, románicos y góticos. El templo está recubierto por un impresionante artesonado de madera. Una parte de él fue restaurado hace pocos años por los jóvenes de la escuela de oficios. La iglesia permanece cerrada casi todo el día, pero puede ser visitada avisando a Mercedes, la encargada. La falta de dinero ha impedido que la sacristía haya sido restaurada, a pesar de que los daños proceden de un incendio de la guerra civil. La puerta principal, rajada y en mal estado, no puede ser cambiada porque la parroquia carece de recursos suficientes.

El Museo de Picasso

Como contrapunto a monumentos tan antiguos, en Buitrago se levanta el único museo dedicado al pintor Pablo Picasso en la provincia de Madrid. El centro contiene 60 obras del autor malagueña. La mayoría de éstas han sido donadas por el que fuera peluquero de Picasso, Eugenio Arias. Este hombre, nacido en Buitrago y ahora residente en Francia, ha querido dejar a su pueblo natal las obras que Picasso le regaló en vida. La entrada es gratuita, se cierra los martes, y Lalo Alonso, el responsable, relata historias de los objetos.

Tras la visita a Buitrago se pueden conocer los hayedos y pinares que cubren el valle del río. Los que deseen probar las viandas de la zona pueden acercarse al próximo municipio de Gandulla. Frente a su iglesia se encuentra un restaurante, La Vaga Gandula, en donde se prepara un excelente y abundante asado de la casa para dos personas, por 2.000 pesetas. Los fines de semana resulta prácticamente imposible conseguir mesa.