El Ratilla, trasladado a un reformatorio de Carabanchel

Adolfo Jiménez, el pequeño traficante y toxicómano de 10-12 años conocido como El Ratilla o El Pachino, fue trasladado ayer desde el reformatorio de Canillejas, donde ingresó el sábado, a otro centro de reforma situado en Carabanchel Bajo. Esta nueva residencia tampoco será definitiva. Un grupo de médicos, psicólogos y asistentes sociales estudiará su caso. En menos de un mes, una vez elaborado el informe médico y psicosocial del niño, la juez de menores encargada del asunto adoptará las medidas definitivas.Adolfo pasó el fin de semana jugando, escuchando música y viendo la televisión. "Se le veía un poco cansado por el mono, pero ha comido bien y está tranquilo", explicaba ayer Ana Calve, directora del reformatorio de Canillejas, donde El Ratilla ingresó el sábado. En todo el fin de semana no se le administró ningún medicamento para el síndrome de abstinencia, sólo las medidas prescritas por el médico: descanso, buena alimentación y mucho líquido. "Es un crío alegre y parlanchín, pero por ahora no tiene ganas de contar incidencias de su vida", añade Calvo.

Ayer al mediodía, Adolfo estaba ya en el centro de primera acogida de reforma de Carabanchel, del que no podrá salir sin disposición judicial. En su nuevo alojamiento, el niño podrá recibir visitas de su progenitor, según fuentes judiciales cercanas al caso. "Aunque parece improbable que el padre, en su estado (toxicómano en fase terminal), se preocupe ahora por el niño", aseguran esas mismas fuentes. "Se le ha trasladado aquí porque es un lugar adecuado para que un equipo multidisciplinar estudie su caso", añaden.

El Ratilla ha pasado por centros de acogida de la comunidad en dos ocasiones. La última, el pasado lunes 13 de agosto, cuando se fugó del centro de Hortaleza. Otros dos hermanos están ahora en centros similares.