_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Fusiones en America

LA BANCA de Estados Unidos ha entrado en un pro fundo proceso de reconversión. La fusión del Bank of America de San Francisco y el Security Pacific de Los Angeles para crear el BankAmerica ha alterado la cúpula de la clasificación bancaria y ha creado entre los analistas la expectativa de una inminente cascada de fusiones que culminará en 1992, en lo que se interpreta segunda gran reodernación del sistema financiero norteamericano después de la crisis de las cajas de ahorro. El nuevo BankAmerica se convertirá en el segun do banco del país, con unos activos de 21,1 billones de pesetas, muy cerca ya del permanente número uno, el Citicorp de Nueva York, que dispone de unos activos de 23,4 billones de pesetas. No ha sido ésta ni la primera ni, probablernente, la última fusión del año. Apenas en cinco semarias se han creado el Chemical, tercero de la nueva lista, producto de la integración de dos grandes de Nueva York (el Chernical y el Manufacturers Hanover),y el resultante de la fusión del NCNB y el CS/ Sovran.

Tres grandes fusiones en algo más de un mes son un reflejo de la crisis por la que está atravesando la gran banca de Estados Unidos, originada por los préstamos fallidos a los países en vías de desarrollo, Latinoamérica especialmente, y agravada por la propia crisis doméstica, reflejada en un fuerte volumen de impagados inmobiliarios y de empresas insolventes. Según los datos de la Oficina General de Contabilidad, un organismo dependiente del Congreso, por lo menos 35 de los 200 grandes bancos del país están en situación potencial de quiebra debido a las pérdidas a que han debido hacer frente por inversiones no rentables. Del conjjunto del sistema, los analistas han previsto la quiebra para este rni.srno año de 440 de los 12.500 bancos de Estados Urtidos. La cascada de fusiones parece inevitable con estas cifras en la mano. La integración es una salida hacia adelante que permite abrazair el triple objetivo de aurnentar capital, reducir costes y aumentar mercado.

La reestructuración a través de las fusiones se está desarrollando de foriria paralcla al plan de reforma remitido en marzo por el presidente Bush al Congreso, que pretende fortalecer y modernizar el sistema financiero de la Unión, que entre 1988 y 1990 ha visto la quiebra de casi 600 bancos. Un plan que viene a añadirse al que la Administración norteamericana puso en marcha para sanear las cajas de ahorro y cuyos costes para el contribuyente han sido estimados en 500.000 millones de dólares, casi 55 billones de pesetas. Un coste que desde hace meses Iria puesto sobre la mesa el debate nacional norteamericano: ¿es justo que la crisis del sistema financiero se solucione a costa del contribuyente?

La cadena de fusiones tiene la ventaja fiscal de que evita la quiebra y las consiguientes aportaciones oficiales. Pero tiene elcoste de que la reducción de gastos procede fundarrientalirnente del recorte de las plantillas. BankAmerica presciridirá de 10.000 empleados de una plantilla conjunta de 92.000. El Chemical nació con el objetivo de reducir 6.200 empleos de un total de 45.000. En cualquier caso, las grandes fusiones de este verano han sido bien acogidas en Wall Street, donde señalaba, el final de una competencia feroz entre determinados gigantes y la creación de un sistema bancario más vigoroso.

"Ser más grandes para obtener mas beneficios" es la explicación optimista de ur banquero norteamericano a ese proceso de fusión. Otros han dado una versión quizá más realista: engodiar para no morir.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_