Narcís Serra califica a Guerra como un "gran discutidor"
El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, afirma en una entrevista publicada ayer en el diario La Vanguardia que su predecesor en el cargo, Alfonso Guerra, "es un gran discutidor". En la entrevista, Serra señala que entre él y el ex vicepresidente del Gobierno "hay una amistad personal". "Muchas veces hemos discrepado y otras muchas, conversando sobre la discrepancia, hemos resuelto las diferencias o clarificado las posiciones. Alfonso Guerra, y creo que conmigo sucede lo mismo, es una persona que quiere discutir lo que piensa y defiende".Después de decir que "todo apunta a que el socialismo va a estar en el Gobierno de España durante muchos años" y que "en las próximas elecciones el socialismo español volverá a revalidar resultados anteriores", el vicepresidente del Gobierno manifiesta que no cree que será necesario que el PSOE forme gobiernos de coalición. A este respecto, la posibilidad de una colaboración política con Convergència i Unió (CiU), dado su buen entendimiento "en el terreno personal" con el portavoz de CiU en el Congreso, Miquel Roca, le parece "remota".
A la pregunta de si su condición de hombre puente entre el Gobierno y el PSOE resulta demasiado pesada, Serra responde que "el pilar más importante en este puente, que es un mecanismo democráticamente establecido en nuestro partido, es el secretario general del PSOE y a la vez presidente del Gobierno, Felipe González". "A partir de aquí, la tarea de los demás es claramente llevadera", agrega.
Asimismo, Serra niega que el vicepresidente del Gobierno sea el sucesor natural del presidente. "Es su sustituto en caso de ausencia y, creo yo, su principal colaborador en las tareas de gobierno. Eso tiene que ver con el presente y no necesariamente con el futuro", explica.
Contra el 'café para todos'
Serra rechaza que las afirmaciones que hiciera en la toma de posesión del presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, en las que decía que ésta había generado en los madrileños un "sentimiento autonómico", fuesen una manera de limar las diferencias con autonomías históricas como Cataluña. "Deducir de estas afirmaciones que defiendo el café para todos es, evidentemente, falsear lo que dije. Creo que Jordi Pujol, que precisamente es el que hizo esta afirmación, no debió identificarme con esta posición porque sabe que no es la mía".Tras manifestar que la generación francesa que intervino en la revuelta estudiantil de Mayo del 68 "tiene poco que ver con España" y con la suya, la califica como "una generación de protesta propia de una democracia muy consolidada". "No sentía aquel movimiento como algo propio. Era un movimiento de estudiantes que no tenían los problemas políticos que teníamos los que queríamos en primer lugar que nuestro país tuviera un régimen de libertades", añade.
