Nuevo asentamiento judío en los territonos ocupados por Israel en la guerra de 1.967
El Gobierno conservador israelí ha hecho patente que su aceptación de la conferencia de paz propuesta por Estados Unidos no significa que esté dispuesto a acabar con los asentamientos judíos en los territorios ocupados. Seis familias del movimiento anexionista Gush Emunim (Bloque de la Fé) se convirtieron ayer en la 146, colonia judía en los territorios ocupados en 1967. Por otra parte, el Ejército israelí encarceló ayer a tres soldados por negarse a prestar servicio en Gaza y Cisjordania. Ciento cuarenta militares han sido procesados con estos cargos desde que comenzó la Intifada palestina en 1987.
Los nuevos colonos judíos ocuparon un puesto del ejército, instalado en 1982, en el pico de Eshkolot, al sur de Hebrón, en Cisjordania. De momento, estos colonos trasladaron muebles y enseres a los barracones militares, a la espera de que en los próximos días les sean enviadas casas móviles en las que habitarán hasta que se construyan las suyas propias. El Gobierno cobra 120 shekels (unas 5.500 pesetas) por el alquiler de estas casas móviles."A finales de esta semana seremos 15 familias y esperamos poder acoger a 400 de aquí a finales de año", señala Mati Lifshitz, responsable de la nueva colonia que se suma a otras que se han ido instalando en unos territorios que los árabes reclaman como propios.
"He abandonado mi ciudad de Beer Sheva por este enclave magnífico desde el que se divisa todo el sur de Israel", afirma orgullosa Anat Lifshtz, de 32 años, mientras los niños de las seis familias corren vestidos con camisetas en las que se lee: "Soy el primero de Eshkolot". El ministro de Justicia, Dan Meridor, explicó horas después de que se estableciese la nueva colonia -la primera desde que Tel Aviv aceptó asistir a la conferencia de paz- que el Gobierno israelí "no pretende cambiar su política de asentamientos en la Tierra de Israel".
Obstáculo para la paz
Estados Unidos, el principal aliado israelí y su príncipal fuente de ayuda, considera los asentamientos como un obstáculo para la paz que en estos momentos se negocia en los diferentes foros dioplomáticos y políticos. Los países árabes exigen que se congelen y los israelíes críticos del Gobierno de Sharnir señalan, por su parte, que las nuevas colonias no son más que un "sabotaje" al proceso de paz que tan ansiosamente buscan. "Si la ruta hacia la mesa de negociaciones se bloquea será la falta del Gobierno israelí. Este nuevo asentamiento es, en la práctica, una respuesta negativa a la iniciativa de paz de la administración norteamericana. Oficialmente la respuesta es sí, pero en la práctica, en los territorios ocupados, la respuesta es no. Esto es típico del doble lenguaje del Gobierno israelí", afirmó Yosi Sarid, miembro del Movimiento por los Derechos de los Ciudadanos. Unos 100.000 colonos israelíes viven en enclaves fortificados entre los 1.750.000 palestinos de los territorios ocupados. en donde son constantes las revueltas contra el ejército israelí.El líder de la OLP, Yasir Arafat, envió ayer mensajes "urgentes" a los jefes de Estado europeos instándoles a "sostener al pueblo palestino en estos momentos difíciles", según la agencia palestina Wafa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.