Catástrofe yugoslava

DESPUÉS DEL fracaso de las gestiones de la troika comunitaria el pasado fin de semana, la reunión que celebran hoy los ministros de Exteriores de los Doce se encuentra ante una situación gravísima: Yugoslavia se dirige hacia una catástrofe de proporciones imprevisibles. Desde que, el 25 de junio, Eslovenia y Croacia proclamaron su independencia, la evolución en ambas repúblicas ha sido completamente diferente. En la primera, con una población nacionalmente homogénea, una movilización unánime paralizó las operaciones del Ejército Federal. La gestión inicial de la Comunidad Europea permitió un cese del fuego que se hizo efectivo con relativa rapidez, la retirada del Ejército y una independencia de hecho de Eslovenia, que no impide a ésta tomar parte en diversas negociaciones con las otras repúblicas.El caso es completamente distinto en Croacia, en cuyo territorio viven más de 600.000 serbios, muy concentrados en zonas próximas a Serbia y Bosnia-Herzegovina. En estas zonas han estallado hostilidades armadas que han causado ya varios cientos de muertos. En ellas se enfrentan la Guardia croata -dependiente del Gobierno de Zagreb- y grupos ilegales serbios, en parte integrados por habitantes de la región, pero con jefes enviados desde Belgrado, que a la vez les suministra armamento- Ha habido matanzas que recuerdan los horrores de la 11 Guerra Mundial. A la vez, los grupos nacionalistas ultras, de un lado y de otro, fomentan por todos los medios el odio interétnico.

Un Factor esencial en esta e olución es el papel del Ejército, entre cuyas mandos ominan los serbios, y que -lejos de dese peñar un apel pacificador o de interposición entre 1os combatientes-está ayudando de manera clara a 1os grupos serbios. El resultado de ello es que el Gobierno croata a perdido el control de una parte de su territorio, colocado bajo la ocupación militar de los grupos serbios. El plan del presidente serbio, Milosevic, es crear una situación que le permita colocar a lo croatas ante esta disyuntiva: si sois independientes, perderéis el territorio habitado por serbios, que entrá en la gran Serbia.

El objetivo de la últíma gestión de la troika comunitaria era poner fin a los combates entre serbios y croatas, con fórmulas de control n las zonas conflictivas, con la partícipacón de óbservadores intemacionales. A pesar del apoyo de casi todas las repúblicas la actitud de Serbia hizo fracasar dicho plan. Milosevic, resuelto a proseguir la ocupación de zonas de Croacia habitadas por serbios, teme una presencia europea sobre el terreno que obtaculizaria sus propósitos. En cuanto a Croacia -donde el presidente Tudjman ha formado un Gobierno de coalición dejando de lado al sector más agresivo de su partido , ha moderado su anterior belicismo. Lo croatas parecen comprender ahora que los métodos de la violecia se vuelven contra sus intereses. Sólo por vías de negociación, con la participación de organismos, internacionales, podrán sus aspiraciones ser tendidas en cuenta.

En esta coyuntura tan compleja , los ministros de los Doce tienen una tarea dificil. Lo que está claro es que el problema yugoslavo está ya intternacionalizado. La CE ha sido hasta ahora la única organización aceptada por los yugoslavos para un papel de mediación. Ello no excluye, y es uno de los puntos a estudiar por los Doce, la ación de otras entidades como la Conferencia sobre seguridad y Cooperación en Europa o, eventualmente , la ONU. Los Doce deben evitar que la división en su seno, como en otros casos, los paralice. Para lograri su objetivo -un alto el fue go, ejerciendo para ello las presiones precisas-, la CE debe ser unánime. Debería se lo asimismo en cuanto a las formas de un control europeo sobre el terreno, con observador o con una fuerza de interposición. En todo caso, la CE debe seguir la acción iniciada. Que no se generalice la guerra en Yugoslavia es un interés europeo primordial.