"Más alto no se puede llegar"
LUIS MAURI Vive en la habitación 310 del más lujoso hotel de Lausana (Suiza), sede del Comité Olímpico Internacional (COI). Viaja a Barcelona un par de veces al mes y muchas más a todas partes de] mundo: desde 1980 ha visitado más de 160 países.
Pregunta. Su mandato en el COI acabará en 1993. ¿Piensa en otra reelección?
Respuesta. Reinar después de morir es una ilusión. Después de los Juegos de Barcelona decidiré si sigo o no.
P. ¿Tomará esa decisión en función del éxito o el fracaso de Barcelona 92?
R. Eso afectará mucho a mi ánimo y a mi moral, pero también pesará lo que digan mis amigos del COI. ' Para presentarme tendría que seguir mereciendo su confianza.
P. Un gran éxito olímpico en Barcelona sería un estímulo para...
R. Para no seguir. Si soy inteligente, sería un estímulo para no seguir.
P. ¿Y después de¡ COI?
R. Estoy ya casi más allá de la jubilación. Nunca me he aburrido en la vida ni me aburriré en los años que me queden, pero no intentaré tener ningún otro cargo importante de responsabilidad.
P. ¿Escribe sus memorias?
R. Escribo cada día un poco, a modo de diario. Lo hago a mano, unos días cinco minutos; otros, media hora. Quizás algún día estos apuntes me ayuden a elaborar unas memorias.
P. ¿Cómo se definiría a sí mismo en esas hipotéticas memorias?
R. Siempre he tenido una ilusión en mi vida: el deporte. Mi norte siempre ha sido el deporte, dirigir el deporte, incluso desde los cargos políticos que he desempeñado. Y al final he tenido la suerte de llegar a la cumbre; más arriba no se puede llegar.
P. ¿Lo importante es participar o, por el contrario, ganar aunque para ello haya que participar?
R. El deporte es competición, y si compites es para ganar.
P. ¿Es usted un ganador?'
R. En cierto sentido, sí. En lo que ha sido el norte de mi vida, el deporte, sí. Yoaposté por el deporte sacrificando muchas otras opciones financieras, políticas...
P. ¿No conoce la derrota?
R. En toda vida hay fracasos. A veces sirven de lección, pero lo que más ayuda en la vida es tener moral de vencedor.
P. Durante su mandato en el COI, el movimiento olímpico ha abandonado principios clásicos como el amateurismo y ha apostado por la profesionalización del deporte. El COI se ha convertido en una multinacional con un enorme poder económico y político. ¿Renegaría. de usted el barón de Coubertin si levantase la cabeza?
R. Creo que estaría muy contaría de ver dónde hoy el movimiento olímpico. Nosotros no hemos cambiado, lo que ha cambiado es nuestro mundo. No podíamos permanecer con unas ideas y unas estructuras de principios de siglo. Antes, el COI no evolucionaba con la misma rapidez que la sociedad; la diferencia entre ambos era cada vez mayor. En los últimos años hemos dado un salto para recuperar terreno y colocarnos al mismo nivel.
En cuanto al amateurismo, ha sido una de las mayores discriminaciones del mundo: el deporte para los aristócratas y los ricos. Y también era aprovechado por los países comunistas, que aseguraban que sus atletas aficionados podían vencer a los profesionales del mundo occidental. ¡Mentira! A un atleta lo puedes ayudar con dinero, pero también con cargos y de muchas otras maneras. Todo esto lo hemos puesto al descubierto.P. ¿Qué papel juega el poder del COI en el escenario internacional?
R. La decisión de conceder unos Juegos a una ciudad es muy importante. Con ese poder, el COI puede aportar bastante a las relaciones internacionales. Corea de] Sur, por ejemplo, estableció relaciones diplomáticas con muchos otros países después de los JJ 00 de Seúl 88 y ayudaron a Corea a hacer el tránsito de la dictadura a la democracia.
Pero tenemos que ir con cuidado. Sabemos que las decisiones que tomamos tienen algo que ver con la política. En algunas ocasiones, vamos por delante de los políticos; en otras, antes de actuar debemos aguardar a las decisiones políticas. Con la readmisión de Suráfrica, el COI tomó la delantera a los políticos porque era el momento oportuno y se podía diferenciar entre el deporte y la política surafricanos. Y acertamos. Sin embargo, hay asuntos en los que no podemos pasar por delante de los políticos, como el de los países bálticos [Lituania, Letonia y Estonia]. Estaríamos encantados de aceptar sus comités olímpicos, pero ahora no debemos ir demasiado deprisa.
P. Ese gran poder del COI está en manos de 94 personas que no representan a ningún país ni a ninguna institución, que ni síquíera son elegidas de forma democrática, sino cooptadas...
R. ¿Qué quiere decir de forma democrática? Nosotros nos votamos.
P. Se votan entre ustedes, pero únicamente después de haber sido cooptados para ingresar en el COI.
R. Nuestro sistema ha sido muy criticado, pero funciona. Nuestra organización tiene 97 años (le existencia y ahora es más fuerte y potente que nunca, mucho más que! otras organizaciones en las que cada nación tiene un voto y que atraviesan muchísimas dificultades.
P. ¿Cómo serán los Juegos del siglo XXI?
R. En Atlanta, en 1996, acabará una etapa importante del olimpismo. Luego habrá que hacer una revolución y apartar todos los deportes que hoy en día sólo existen gracias a que están en los JJ OO. En cambio, hay deportes modernos que entusiasinan a la juventud y que deben ingresar en el programa olímpico. En la vida se nace y se muere. Del mismo modo, hay muchos deportes que quizás están viviendo artificialmente.
P. ¿Cuáles?
R. Me lo reservo.
Barcelona 92 y boicoteo
P. ¿Pasarán a la historia los Juegos de Barcelona como los de la reconciliación?
R. La reconciliación fue en Seúl.
P. Como mínirrio, no fue completa.
R. En Seúl faltaron siete países de una importancia muy relativa [Cuba, Corea -del Norte, Albania, Nicaragua, Madagascar, Etiopía e Isla,; Seychelles]. Estoy seguro de que en Barcelona no faltará nadie. La palabra boicoteo ya no está en el léxico olímpico.
P. ¿Ha superado definit1 vamente todos los escollos en su relación con el COOB?
R. HASTA LA ELECCIÓN DE LAS SEDES OLÍM- PICAS TODO VA MUY BIEN; LUEGO, CAMBIA COMPLETAMENTE. F [AY DOS MENTALIDADES DISTINTAS: LA DE LOS ORGAN 'ZADORES, CUYA AC TIVIDAD ACABA EN UNA FECHA FIJA, Y LA DEL COI, PARA EL QUE DESPUÉS DE UNOS JUEGOS VIENEN OTROS Y OTROS.... NO PODEMOS MATAR A LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE ORO. ESTÁ BIEN PEDIR EL MÁXIMO DINERO POR LOS DERECHOS DE TELEVISIÓN DE LOS JUEGOS, PERO, ¡CUIDA DO!, LAS TELEVISIONES TIENEN QUE GANAR ALGO; SI NO, LA 1 * GRÓXIMA VEZNO PAGARÁN LO MIS MO. ESTO YA SE HA ENTENDIDO Y AHORA LAS RELACIONES CON EL C0013 SON EXCELENTES.
P. ¿QUÉ ESPERA C3E LOS DEPORTISTAS ESPAÑOLES EN 1992?
R. LAGENTE NO SE IMAGINA EL GRAN SALTO QUE HA DADO EL DEPORTE ESPAÑOL. AHÍ ESTÁN MIGUEL INDURÁIN, C-ARIOS SAINZ, MIRIAM BLASCO... EN BARCELONA 92, LOS ESPAÑOLES PUEDEN LLEVARSE 15 N-IEDALLAS.
P. UN AÑO DESPUÉS DE LA FUSIÓN DE LA CAIXA, HAY QUIEN HABLA DE PURA ABSORCIÓN.
R. LA CAIXA DE PENSIONS ERA MUCHO MÁS IMPORTANTE QUE LIT DE BARCELONA, EN VOLUMEN DE RECURSOS, Y DE EMPLEADOS Y EN TODO, DE MODO QUEES NORMAL QUE DOS TERCERAS PAR-LES DE LOS MANDOS DE LA NUEVA CAIXA PROCEDAN DE LA PRIMERA [EN REALIDAD, LA PROPORCIÓN EN LA CÚPULA EJECUTIVA ES DE 6 A 2 A FAVOR DE LA ANTIGUA CAIXA DE PENSIONS, QUE AURRIENTA A 5 A 1 SI SE EXCLUYE A LOS DOS PRESIDENTES, QUE NO TIENEN FUNCIONES EJECUTIVAS]. UNA FUSIÓN DE DOS MONSTRUOS NO ES SENCILLA, PERO LA INTEGRACIÓN SE HA HECHO SIN INCIDENTES.
P. ¿CÓMO EXPLICA QUE LA CAIXA HAYA SACADO AL MERCADO PRODUCTOS QUE, COMO LAS PÓLIZAS DE PRIMA ÚNICA, HAN FACILITADO EL REFUGIO DE DINERO NEGRO?
R. Preferiría que hablase de estos asuntos con nuestro director, el señor Vilarasau. Yo lo único que puedo decir es que La Caixa siempre actuó con la autorización de la Direccióri General de Seguros. La Caixa nunca ha traspasado la legalidad ni tiene ningún interés en hacerlo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.