El duelo entre Cuba y EE UU anima la competición
La undécima edición de los Juegos Panamericanos comienza hoy en La Habana (Cuba) con una ceremonia inaugural presidida por el máximo mandatario cubano, Fidel Castro. Un total de 39 países acuden para participar hasta el 18 de agosto en 31 disciplinas deportivas, en lo que será una cita clave de cara a los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992. Esta reunión deportiva, que se puede convertir en un duelo cubano-norteamericano, no llega en buen momento para la castigada economía cubana.Fidel Castro ha llegado a comentar que si la decisión de celebrar estos Juegos Panamericanos en Cuba se hubiera tomado hace un par de meses, ellos se habrían negado a organizarlos. La situación económica del país, debido al bloqueo económico que está sufriendo por parte de las grandes potencias, es considerada por los propios mandatarios cubanos como "crítica".
Hay una gran expectación por presenciar el duelo de las dos potencias políticamente enfrentadas, y deportivamente, las de mayor nivel, Cuba y EE UU. Este último es precisamente el país que más interés ha prestado a este acontecimiento. Los norteamericanos consideran que, a un año de los Juegos Olímpicos de 1992, esta edición se puede convertir en un buen botón de muestra para ver cómo están las fuerzas de cara a esa cita y ha desplazado a la capital cubana a 700 deportistas, la delegación más numerosa.
Los cubanos esperan con ilusión la participación de su selección en béisbol. El duelo entre cubanos y norteamericanos en este deporte se presume espectacular. La últirna ocasión en la que Cuba y EE UU compitieron en los mismos Juegos Olímpicos fue en Montreal 76. Estados Unidos boicoteó los JJ OO que se celebraron en Moscú en 1980; la Unión Soviética y sus aliados, incluyendo Cuba, no acudieron a los de Los Ángeles en 1984, y Cuba boicoteó los de Seúl en 1988.
Por otra parte, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), que asistirá a la ceremonia de inauguración, dijo que se sentía orgulloso por el récord de participación, aunque a la vez era un motivo de preocupación.
