El nuevo mapa político de Angola

Mientras la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) anunciaba la liberación el fin de semana pasado de prisioneros de guerra, eliminando obstáculos entre Gobierno y guerrilla, varios nuevos partidos ratificaban su presencia en Angola. Pese a ello, su existencia queda soterrada por la lucha por el poder entre UNITA y el Movimiento Popular de Liberación de Angola.

Después de tantos años de partido único (MPLA) y de guerra civil no es fácil orientarse en esta auténtica selva de siglas, integrada por: PDA (Partido Democrático de Angola); PSD (Partido Socialdemócrata); PSDA (Partido Socialdemócrata de Angola); Pajoca (Partido de la Alianza de la Juventud, Obreros y Campesinos); CNDA (Convención Nacional Democrática de Angola). Otras formaciones políticas ya están en fase de organización. Intentan romper el sistema impuesto por el actual régimen para la legalización de los partidos y también con la alianza tácita que, sostienen, existe entre los sectores duros de la UNITA y del MPLA para impedir la apertura de un debate político verdaderamente democrático.Entre esos grupos en formación figura el PRD (Partido Renovador Democrático), que rechaza la identificación (hecha por la mayoría de los analistas occidentales) con los autores del fracasado golpe de Estado de Nito Alves, en 1977, duramente reprimido por el MPLA, entonces dirigido por el fallecido presidente Agostinho Neto. Se dice que el PRI) cuenta con apoyos aún clandestinos dentro del aparato del Estado y es el único que procura marcar su presencia en las calles de Luanda.

El Frente para la Democracia (FD), integrado por miembros de la Asociación Cívica de Joaquim Pinto de Andrade -la primera asociación política creada antes de la legalización del pluripartidismo- y el Fórum Democrático Angoleño, disidencia de la UNITA encabezada por Georges Chicoti, son otros candidatos a la constitución de la llamada tercera fuerza entre la UNITA y el MPLA.

Es cierto que en las zonas de guerra, y entre los sectores más cultos y politizados de las ciudades, existe un fuerte sentimiento de rechazo hacia los dos partidos considerados como responsables de las desgracias de los últimos años. Una médica recién llegada de Huambo, en el altiplano central, donde la guerra fue particularmente dura, dice que no sabe qué hacer con su voto: "Los del MPLA son una cuadrilla de incompetentes y corruptos; pero los de la UNITA son unos asesinos". Avelino, que fue soldado durante tres años y trabaja ahora para una empresa luso-angoleña, ya está decidido: no dará su voto a ningún partido y se abstendrá en las elecciones legislativas. Pero piensa votar a favor de José Eduardo dos Santos en las presidenciales. "El presidente es unhombre serio, es el que impuso la paz y la democracia, y no ha tenido la tarea fácil dentro del propio MPLA.

Esta popularidad del presidente es un fenómeno reciente y puede alterar todas las previsiones. La propia UNITA parece dividida en relación a la persona y al papel del actual jefe de Estado: algunos de sus dirigentes piensan que su promoción es una maniobra del MPLA para capitalizar los "dividendos de la paz" y negar a Jonas Savimbi el mérito de la llegada de la democracia a Angola. Pero otros se interrogan acerca de las intenciones y opiniones personales de Dos Santos y no esconden que les gustaría verlo más decididamente empeñado en jugar el papel de árbitro, de garante de la estabilidad y de la transición pacífica.

Un sondeo hecho hace unos meses por una institución norteamericiana daba al MPLA más de 10 puntos de ventaja sobre la UNITA, pero con más del 50% de "no sabe, no responde". Entretanto Washington confía en un éxito electoral de UNITA.