El Gobierno, dispuesto a convocar mesas sectoriales en septiembre sobre la reforma de los contratos y del Inem

Una vez constatada la imposibilidad de la concertación global, el Gobierno está dispuesto a no romper el diálogo social y se está preparando ya para convocar en septiembre mesas sectoriales sobre las reformas laborales incluidas en el pacto de competitividad, según fuentes de la Administración. En relación a la política de rentas, "se lo pensarán dos veces" antes de abrir un nuevo debate.Esas mesas serán tripartitas o bipartitas, según las necesidades, y en cada una de ellas se discutirá por separado: la reforma de la contratación, del Instituto Nacional de Empleo (Inem), la formación profesional y la derogación de las ordenanzas laborales. También se retomarán las discusiones suspendidas en el mes de Julio del año pasado sobre la ley de salud laboral y el control de las horas extraordinarias, como forma de reparto del empleo.

El Ejecutivo está abierto a adoptar la fórmula negociadora sugerida por los sindicatos en la reunión del miércoles, poco antes de producirse la ruptura del pacto de competitividad. Los dirigentes sindicales apuntaron como foros adecuados los consejos generales del Inem y de la formación profesional, en los que están representadas las centrales, la patronal y la Administración.

Queda descartada la posibilidad de que la negociación se traslade al Consejo Económico y Social (CES). La razón es que, pese a que la ley que crea el CES se publicó en el Boletín Oficial hace dos meses, no se puede constituir hasta que no estén proclamen los resultados oficiales de las elecciones sindicales. El cómputo sigue bloqueado -en Madrid y Barcelona, sobre todo- y aún restan por convalidarse el 25% de las actas de elecciones. En tanto no esté el 100% de las actas, la representatividad sindical carece de validez y, en consecuencia, el CES no puede contar con los miembros de "los sindicatos más representativos".

Las negociaciones previstas para septiembre podrán tener lugar en los consejos generales o en mesas constituidas expresamente para cada tema. Los criterios del Gobierno en la reforma de la contratación son divergentes de las demandas sindicales, pero fuentes de la Administración confían en alcanzar compromisos con ellos en esta materia, incluso más fácilmente que con la CEOE.