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Tomás y Valiente pide a los periodistas respeto a los derechos ajenos

El presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, se mostró ayer contrario a una ley de prensa y a una ley antilibelo y, en cambio, exhortó a los periodistas a la autorrestricción de sus derechos en respeto a los derechos ajenos, al término de la conferencia con la que inauguró el seminario sobre Jueces y períodistas, que se clausura hoy en El Escorial.

El director de EL PAÍS, Joaquín Estefanía, como respuesta al corporativismo de los periodistas y a "ciertas posiciones de amarillismo", propuso la autorregulación profesional que asegure la calidad de la información y separe a ésta de la publicidad y de la opinión.Tomás y Valiente hizo un resumen de la Junisprudencia del Tribunal Constitucional sobre el conflicto entre la libertad de expresión y el derecho a la información frente al derecho al honor y a la intimidad y aseguró que existe una preferencia de la libertad de información, especialmente cuando se trata de personas públicas.

El presidente del Tribunal Constitucional estimó que la libertad de información es limitada y solicitó de los informadores que no fomenten el interés del público "por lo que objetivamente carece de interés" y que no se pervierta a las audiencias. Asimismo, pidió que los periodistas "se preocupen por los derechos de aquéllos sobre los que infórmen". Por su parte, elpresidente de la Audiencia Nacional, Rafael Mendizábal, afirmó que "desde el punto de vista del ciudadano la mejor ley de prensa es la que no existe".

En la primera de las mesas redondas del serm"nario, dedicada a Actitudes, tics y lenguaje del corporativismo, el director de EL PAÍS, Joaquín Estefanía, saludó favorablemente la opinión de Tomás y Valiente contraria a nuevas leyes de prensa y reconoció la existencia de corporativismo periodístico, que a veces "se disfraza", dijo, "de libertad de expresión para patrimonializarla en su provecho".

Estefanía defendió el control de calidad en los medios de comunicación social, mediante una autorregulación fundamentada en que los rumores no son noticias, los titulares deben relacionarse con la información, las noticias conflictivas deben contrastarse por diferentes fuentes y debe distinguirse entre información, publicidad y opinión. También se reGrió a los mecanismos de democracia interna de los medios tales como los estatutos'de redacción y los ombudsman o defensores de los lectores.

El periodista Miguel Ángel Aguilar reprochó a los medios la incomunicación interna y negó el pretendido "angelismo" de los periodistas. Por su parte, el magistrado Juan Alberto Belloch rechazó la tesis de que la mejor ley de prensa es la que no existe y estimó necesario el desarrollo legislativo de la Constitución en materia de secreto profesional mediante la regulación de la cláusula de conciencia y la protección de los periodistas frente a los empresarios.

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