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Cientos de instalaciones nucleares, dispersas por el país

La planta nuclear, probablemente de enriquecimiento, ubicada en Ash-Sharqat es la segunda de este tipo identificada por los aliados, que están comprendiendo que las instalaciones nucleares iraquíes son mucho más numerosas y están más esparcidas de lo que se creía durante la guerra del Golfo.Debido a que los trabajos en diferentes componentes del arma nuclear están dispersos por el país, es probable que sea imposible destruir el programa de Irak si éste no coopera. El riesgo de que una fracción rebelde se haga con componentes importantes es reducida. La planta de Ash-Sharqat podría ser el blanco de un ataque de advertencia para persuadir a Irak a decir toda la verdad sobre su programa nuclear. Pero incluso esta operación sería difícil.

Nadie sabe dónde exactamente ni a qué profundidad se halla Ash-Sharqat, cercana al yacimiento de Ashur, una de las varias que se han identificado desde la guerra del Golfo, y el segundo Calutrón, un centrifugador electromagnético que usa enormes cantidades de energía para separar las partículas más pesadas de las más ligeras.

Los iraquíes trataron de obtener uranio enriquecido de Francia, y tenían un centrifugador en funcionamiento parcial. También se sabe que han tenido un Calutrón capaz de producir en un año el material de fisión necesario para una bomba. Después de que los israelíes bombardearon en 1981 el reactor de Osiraq, los iraquíes comenzaron a dispersar por su territorio las plantas nucleares. Éstas incluyen instalaciones de enriquecimiento, almacenes de material fisible, oficinas de proyectos de bombas y las plantas de fabricación de las lentes explosivas necesarias para comprimir el material de fisión hasta la masa crítica y de los reflectores de neutrones.

Según Anthony Cordesman, asesor del Pentágono, los distintos tipos de instalaciones pueden estar dispersos en una amplia área. Se ha mencionado la cifra de 100 lugares. "Puede ser imposible destruirlos todos", dijo días atrás. "Habría que inspeccionarlos para estar seguros de que se les ha hecho el daño necesario. Irak también ha mentido acerca de sus armas químicas y, lo que es igualmente serio, sus armas biológicas. Hablamos de todo un país que ha invertido miles de millones en adquirir armas de destrucción masiva", añadíó.Preguntado acerca de si los aliados habían sólo arañado la superficie de las instalaciones iraquíes durante la guerra, el profesor Cordesman contestó: "Destruimos una serie de plantas industriales sumamente grandes y caras. Pero ellos habían dispersado los equipos antes de que comenzaran los bombardeos, cosa que nosotros no nos esperábamos".

Algunos expertos decían esta semana que si EE UU. quería dar una lección en Ash-Sharqat, un ataque con aviones tripulados durante la noche y a media altura sería lo más probable. Contra puntos débiles se podrían lanzar bombas guiadas por láser del tipo que se usaron durante la guerra del Golfo. No recomendaron misiles de crucero, porque pueden desviarse de su curso y destruir blancos civiles.

La dificultad de la operación permite pensar que sólo uno o dos blancos importantes serían atacados como un acto de advertencia. Otro factor a tener en cuenta es el peligro de una contaminación radiactiva. Pero, si se eligen sólo uno o dos blancos, este peligro podría ser controlado con más facilidad.The Independent.

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