Cita fallida en Brioni
Los ocho miembros de la presidencia colectiva yugoslava y los seis presidentes de las repúblicas no lograron reunirse ayer en la isla de Brioni, porque el bloque serbio (Montenegro, Serbia, Kosovo, Voivodina) rehusó viajar a la isla, sosteniendo que la reunión podía celebrarse en Belgrado. El presidente Stipe Mesic, el representante esloveno ante la presidencia, Janez Drnovsek, y el presidente de Croacia, Franjo Tudjman, esperaron todo el día a ver si alguien acudía a la reunión convocada. A media tarde, el presidente esloveno, Milan Kucan, llegó a la isla, y declaró que no sabía si alguien más iba apresentarse.
Si 24 millones de yugoslavos, de los cuales varios millones viven en las zonas de conflicto, no estuvieran esperando con ansiedad algunos resultados positivos de los acuerdos de la cúpula política, entonces la pelea entre los cuatro miembros de la presidencia que quedaron en Belgrado "por cuestión de principios" y los que vía aron a Brioni, sería ya una farsa. El vicepresidente Branko Kostic afirmó que se estudiaba la posibilidad de una reunión en Ohrid (Macedonia), a unos 1.000 kilómetros de Brioni.
Mientras la presidencia analiza el lugar ideal para reunirse -Janez Drnovsek rehúsa venir a Belgrado y el bloque serbio ir a Brioni-, los observadores de la CE, enviados para vigilar el cese de las hostilidades en Eslovenia, quedaron atrapados en la telaraña de la política yugoslava. Sus anfitriones croatas se sintieron muy molestos porque los observadores no pensaban dirigirse a las localidades conflictivas en Eslavonia. Además, los partidos de la oposición en Bosnia les invitaron a dar un salto a su república.
En espera de la reunión presidencial y el cumplimiento del desarme de las tropas paramilitares exigido por el máximo órgano político, los serbios y los croatas siguen luchando en Eslavonia. La prensa croata sostiene que los terroristas serbios y los cetniks (ultranacionalistas) atacan a la policía y la guardia nacional croata apoyados por el Ejército federal. Las autoridades serbias afirman que los campesinos autoorganizados resisten la agresión de los ustachas (fascistas) croatas. La verdad, como siempre, está en el medio. En la mayoría de los pueblos serbios, vacíos de mujeres, niños y ancianos, los varones se organizaron para resistir cualquier acercamiento de los croatas uniformados. Pero un diputado del Parlamento serbio precisó a EL PAÍS que diferentes bandos de serbios, procedentes de Voivodina , organizados localmente, sin el control de Belgrado, atraviesan el Danubio para sembrar el terror entre los pueblos de Eslavonia. Muchos bandos, integrados por criminales y lumpen atemorizan también a los serbios renuentes a pagar el impuesto revolucionario y/o luchar con ellos. Grupos similares comienzan a amenazar a la población en algunos pueblos de Serbia, según el diputado, exigiendo dinero en nombre de la causa serbia. Las autoridades federales hacen poco o nada para frenar la anarquía, preocupados por la inminente recomposición o caída del Gobierno.
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