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Vecinos de Mancha Real burlan la vigilancia y queman otra casa gitana

Un grupo de vecinos de Mancha Real (Jaén) quemó ayer la vivienda de una familia de etnia gitana burlando la vigilancia de la Guardia Civil. Los agentes que patrullaban en la madrugada de ayer acababan de pasar por la zona cuando se produjo el incendio de la casa. Sobre las 4.30, un grupo de personas aún sin identificar roció con gasolina la puerta y ventanas de la vivienda del gitano José Romero Fernández.Éste fue detenido, junto con otras dos personas, tras una reyerta que finalizó con la muerte del payo Ángel Arroyo, el pasado 18 de mayo, a consecuencia de la cual fueron destruidas cuatro viviendas gitanas al día siguiente. La casa incendiada se encontraba deshabitada cuando fue rociada con gasoliná. El atentado es similar al perpetrado el pasado 28 de junio, en que fue quemada otra vivienda la del payo Juan Antonio Carrascosa, casado con una hija de Antonio Romero, patriarca de los gitanos, donde se encontraron dos botellas a las que se había prendido fuego antes de arrojarlas al interior. Por una ranura de la ventana intentaron meter una botella que contenía líquido inflamable con el fin de que ardiera el interior.

Los hechos fueron denunciados por la mañana en el juzgado de Instrucción número 4 de Jaén, que investiga los destrozos en las seis viviendas gitanas, por el abogado de la familia de los Romero, Juan Carlos García.

El alcalde de Mancha Real, el socialista Alfonso Martínez de la Hoz, condenó este nuevo acto criminal. El pleno del la corporación aprobó ayer una moción de repulsa por la quema de la vivienda, informa Efe. El alcalde añadió que la actitud de los vecinos del pueblo ha cambiado.

Hasta la vivienda siniestrada se trasladó el presidente provincial de la Asociación de Promoción Gitana, Antonio Jiménez, quien afirmó que la convivencia no llega a la localidad "pese a lo mucho" que habían cedido los gitanos. Jiménez calificó este nuevo brote de violencia como un acto de "racismo y terrorismo".

Uno de los hijos del patriarca de los gitanos, Isidro Romero, manifestó ayer su preocupación por la reacción que ha provocado su vuelta y la de sus hermanos. "La situación en Mancha Real está siendo una complicación constante", dijo. La familia Romero cree que la decisión de la juez Lourdes Molina, que investiga el caso, de decretar la libertad bajo fianza de los presuntos implicados en los destrozos está "animando a los demás para que sigan, mientras que nuestros hermanos están en la cárcel", explicó Romero.

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