La línea 130 puede no parar en La Celsa temporalmente

La línea 130 de la EMT (Villaverde Alto-Vicálvaro) podría ver eliminada transitoriamente la parada en el barrio de La Celsa, uno de los puntos de venta de droga más conflictivos, si prospera un acuerdo adoptado ayer. El director del Consorcio Regional de Transportes, Julián Revenga, y el gerente de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), Tomás Burgaleta, se reunieron ayer para buscar una solución a esta línea, que, junto con otras del sur, ha causado 26 bajas de conductores desde mayo por agresiones de delincuentes y heroinómanos.

La supresión temporal de esta parada (se conoce como parada de Mercamadrid o de La Celsa, ya que dista apenas 300 metros de este último barrio) afectaría a 120 viajeros que diariamente suben o bajan en este punto. La cifra de afectados representa, según Revenga, sólo un 2% del total de usuarios que frecuentan la línea, unos 4.200 diarios.Aunque la solución acordada entre Consorcio y gerencia de la EMT es "transitoria", Revenga apuesta porque en poco tiempo (menos de un año) la flota municipal de autobuses incorpore un sistema de radiofonía, centralizado en pantallas, que permita centralizar en un punto toda la red de transportes.

Pedal de alarma

En este sistema, que supondría una inversión de 4.000 millones (600 el primer año), los conductores de autobuses tendrían a su disposición un "pedal de alarma" que incrementaría el factor de seguridad.Sin embargo, Revenga insistió en que la eliminación temporal de la parada "sabemos que no es una solución, pero hay que esperar porque en muchas ocasiones los focos se desplazan".

El director del Consorcio también recordó que de los 120 afectados por la supresión de la línea "no todos son drogadictos, supongo que también habrá trabajadores de Mercamadrid o vecinos de los barrios próximos".

Asimismo, Revenga recordó que las asociaciones de vecinos del Pozo del Tío Raimundo, barrio próximo a La Celsa, enviaron ayer un telegrama al Consorcio en el que advierten que la supresión de la línea podría llevar a los drogadictos a utilizar las líneas 102 o 24, que son los que paran más cerca de La Celsa.

Según los vecinos, con esta propuesta lo único que pasaría es que se trasladaría el problema de una línea a otra sin "por ello llegar a ninguna parte".

Por otra parte, miembros del comité de trabajadores de la EMT se reunirán hoy con el alcalde de Madrid para exigirle, entre otras reivindicaciones, la dimisión de Tomás Burgaleta, y la del subdirector de recursos humanos, Juan Hernández Vigueras, con quienes, en su opinión, les imposible que la compañía funcione". Otra de las peticiones que calificaron ayer de "importantísima" es el aumento de la vigilancia del carril-bus por la Policía Municipal.

José María Álvarez del Manzano declaró ayer que no era partidario de suprimir la parada de La Celsa aunque matizó que no mantendrá ninguna postura enconada "ni a favor ni en contra". Por la mañana, el alcalde prometió en Vallecas interceder ante Burgaleta para que la EMT retire la denuncia contra dos dirigentes vecinales acusados de secuestrar un autobus de la línea 57 para reivindicar la prolongación de su recorrido.