EE UU no descarta una nueva acción contra Irak

El mismo día en que Estados Unidos daba la bienvenida a otro contingente de héroes de la guerra del Golfo, volvía a ponerse ayer sobre la mesa de trabajo de la Casa Blanca la posibilidad de una nueva acción militar contra Irak como castigo por la negativa del Gobierno iraquí a permitir el trabajo de las comisiones de las Naciones Unidas que deben ratificar el desmantelamiento de la maquinaria militar y nuclear de Sadam Husein. Por su parte, la ONU dio un plazo de 48 horas a Sadam para que permita el libre trabajo de sus comisiones.

El presidente George Bush sostuvo ayer una reunión imprevista con sus principales asesores en temas de seguridad, entre los que se encontraban el secretario de Defensa, Dick Cheney; el consejero nacional de Seguridad, Brent Scowecroft, y el jefe del Estado Mayor, general Colin PoweIl. Aparte de un repaso de la situación en Yugoslavia, el tema central fue la reiterada negativa iraquí a mostrar a los observadores de la ONU sus supuestas instalaciones para la construcción de armamento nuclear.Después de los obstáculos presentados a lo largo de esta semana por las autoridades iraquíes, otra comisión de las Naciones Unidas fracasó ayer en su intento de visitar el cuartel de Fallujah, donde fueron recibidos con intimidatorios disparos al aire por parte de los militares iraquíes. A bordo del avión que lo trasladaba ayer para su descanso de fin de semana, el presidente Bush aseguró que "no existe ninguna duda" de que Irak está violando los acuerdo de alto el fuego firmados en el marco de las Naciones Unidas.

George Bush no quiso precisar las medidas que tomará en los próximos días para obligar al Gobierno de Bagdad a cumplir con esos acuerdos., aunque tampoco quiso descartar la posibilidad de usar de nuevo la fuerza contra Irak, donde el cese provisional de hostilidades fue declarado el pasado 28 de febrero.

Consultado sobre esa hipótesis, un portavoz del Pentágono comentó que en un caso como el actual "tienen que ser consideradas todas las opciones, incluida la militar". "Esto no quiere decir añadió, "que estemos listos para ir". Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca describió la situación a la que hacen frente los observadores de la ONU en Irak como el juego del gato y el ratón. "Cuando llegan a una base los retienen hasta que sacan los camiones con el armanento prohibido. Después les permiten la entrada y encuentran todo limpio. Esa misma operación se repite en cada base a la que piden acceso", dijo un alto funcionario. El Gobierno norteamericano está convencido de que, con esa táctica, lo que en realidad está haciendo Sadam Husein es esconder los materiales para la producción de armas nucleares, de cuya existencia Estados Unidos ha presentado esta semana pruebas contundentes ante el Consejo de Seguridad.

Obviamente consciente del grave riesgo de una reanudación de las hostilidades en su país, el presidente Sadam Husein ordenó ayer a sus oficiales del Ejército, según la agencia oficial iraquí, que colaboren con todos sus medios con las comisiones investigadoras de la ONU.

El secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, fue informado por Rolf Ekeus, presidente la comisión encargada de detectar el armamento iraquí de destrucción masiva, acerca del incidente ocurrido en la base de Fallujah. Fuentes de la ONU dijeron que el Consejo de Seguridad enviaría en los próximos días a Bagdad una delegación de alto nivel para exigir a Bagdad el estricto cumplimiento de la resolución del 3 de abril sobre la destrucción de armas iraquíes.