La fundación italiana Censis traza el primer mapa sociológico de la CE

Más de 38 millones de ciudadanos de la CE cruzan anualmente las fronteras de sus estados nacionales para poner el pie en esa gran Europa, que, en vísperas de ser una realidad jurídica y política, presenta tres caras bien definidas: la de renta alta (Reino Unido, Alemania y Dinamarca más las regiones de París, Bruselas y Roterdam), la de renta media, (Francia, Benelux y norte y centro de Italia) y la de renta baja (Italia meridional, España, Portugal, las dos Irlandas y Grecia).

Esta es una primera conclusión del estudio "L'Europa del sociale", realizado por la Fundación Censis, un instituto italiano de estudios sociológicos, con conexiones democristianas, que acaba de debutar en el campo internacional para trazar el primer mapa de la verdadera Europa.Pero el estudio, encargado por el Gobierno de Italia durante su presidencia comunitaria y editado en italiano, inglés y francés, recoge otra clasificación más compleja. A lo largo de sus 289 páginas, cargadas de gráficos y tablas numéricas, aparece una Europa con seis regiones económicas que van desde el "norte del Norte" hasta el "sur del Sur". En una zona intermedia llamada el "norte del Sur", aparece el este español, junto a alguna zona central italiana y septentrional de Grecia, como un "arca débil en evolucion".

En el sector más bajo, Portugal y la región de Voria en Grecia. El estudio constata que, mientras el 90% de las familias europeas tienen frigorífico y el 70% televisión en color, los índices de pobreza varían desde el 32,7% de la población en Portugal, al 5% en Bélgica.

"Los 28 millones de turistas, 10 millones de jóvenes estudiantes y graduados, 300.000 empresarios y dirigentes y 150.000 investigadores que cada año se mueven dentro de Europa afimentan el proceso de integración", dijo en la presentación del estudio Gianni de Michelis, ministro italiano de Asuntos Exteriores.

El ministro recordó que la unificación política, económica y monetaria de la Comunidad no puede dejar de lado el problema de la integración social ya que constituye una premisa indispensable para la acogida futura de otros países en el seno de la Comunidad.

Giuseppe De Rita, secretario general del Censis, señalo, por su parte, que, en el horizonte de la Europa unida, "no será ya posible cobijarse bajo el ala protectora de la propia Comunidad ni quedará espacio para los movimientos locales.