El subcomisario reclamó sin éxito careos con dos periodistas
José Amedo hizo ver ayer con gestos vehementes que quería mantener careos con dos de los periodistas que investigaron sus actividades y que declararon en la sesión como testigos. En dos ocasiones, agitado en su asiento, el subcomisario reclamó a su abogado, Gonzalo Casado, que pidiera las confrontaciones con Ricardo Arques, de Diario 16, y Melchor Miralles, de El Mundo, aunque el letrado no veía las contradicciones entre las declaraciones de unos y otros que justificasen la diligencia.Casado dijo: "Perdón, perdón señor, es que me dice mi cliente que desea un careo. No sé exactamente los puntos..."
Presidente. ¿Cuáles son los puntos de discrepancia?
C. Si pudiera el procesado manifestarlas...
El presidente concedió un descanso en las dos ocasiones en que Amedo reclamó el careo, para que pudiera explicar a su abogado dónde veía él las contradicciones.
Las supuestas discrepancias entre el policía y los periodistas no figuraban en las declaraciones del primero, y así lo pusieron de manifiesto el fiscal y las acusaciones.
Amedo quería carearse con los informadores para que éstos puntualizasen el contraste de algunas de sus informaciones, la existencia o no de pago al informador que les facilitó la localización de un escondite de los GAL y el número de entrevistas que mantuvieron con el abogado y ex parlamentario de HB Txema Montero.
El tribunal rechazó las peticiones de careos señalando que si más adelante fueran necesarios para la averiguación de la verdad, serían acordados de oficio. El defensor no quiso protestar la decisión.
Escondite de los GAL
Arques y Miralles coincidieron en sus testimonios. Ambos señalaron que en el proceso de investigación de los GAL, el primero recibió una llamada anónima que le reveló que en un escondite en el Col de Courlecou, en Francia, podía encontrar armamento y material de esta banda terrorista. Se trasladaron allí junto con el fotógrafo Carlos Miralles y encontraron una pistola, munición, tacos de trilita y una bomba preparada, así como documentos, una peluca y unos zapatos. Arques dijo conocer a su fuente informante, pero se negó a revelar su identidad, acogiéndose al secreto profesional. Ambos negaron haber pagado un millón de pesetas en francos franceses al informador.
Relataron sus contactos durante 10 meses con Inmaculada Gómez, ex compañera de Amedo, antes de que ésta se decidiese a inculpar al policía ante Garzón por el asesinato de García Goena. También declaró Pedro J. Ramírez, director de El Mundo.
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